Ficha n°73
ALVARADO, don José de
Cargo: Alcalde provincial de la santa hermandad regidor perpetuo de Cartago.
Caso: Doña Petronila de Retes.
Nació: 1637 en Cartago.
Murió: el 25 de mayo de 1697 en Cartago.
Padres: Don Gil de Alvarado y Doña Juana de Vera y Sotomayor, casados en 1636..
Resumen: Don José de Alvarado fue capitán de Caballos corazas de Cartago y encomendero del pueblo de Barva, situado al occidente de la ciudad, cerca de la actual Heredia. Su padre era nieto de don Jorge de Alvarado, hermano de don Pedro de Alvarado, lugarteniente de Cortés en la conquista de México y adelantado de Guatemala. Un tío suyo, también llamado don Jorge de Alvarado, fue gobernador de Honduras en 1600 o 1604. Su padre llegó a Costa Rica como corregidor del pueblo de Pacaca en 1629 y fue corregidor así mismo de Turrialba en 1632, 1646 y 1651. Su madre era cartaginesa y sobrina de un oficial de la real hacienda de León de Nicaragua. Su esposa, doña Petronila de Retes, era hija de don Jerónimo de Retes, alguacil mayor de Cartago de 1629 a 1664. Don José nació en Cartago y en esa ciudad actuó como alcalde ordinario en 1663 y 1664 y como teniente de gobernador en 1676 y 77. En 1677 compró el puesto de provincial de la hermandad por mil pesos, ganándole la puja a Sebastian de Zamora, que ofrecía 500. Sus tres hermanos, García, Pedro y Jorge, también intentaron comprar regimientos en 1680 con la intención de sacar de los puestos a los rematarios anteriores, ofreciendo montos más altos, pero tanto la Audiencia como el Consejo de Indias ampararon a estos en los cargos, con lo que los Alvarado perdieron el pleito. Los amparados eran don Sebastián de Sandoval Golfín, don Francisco de Ocampo Golfín y don Nicolas de Céspedes, todos miembros de la prestigiosa y poderosa familia Ocampo Golfín (Céspedes por relación de matrimonio, pues era casado con la hermana de Francisco de Ocampo Golfín). Don José de Alvarado es uno de los iniciadores del "boom" ganadero en la región Pacifico Norte de Costa Rica de principios del siglo XVIII, pues desde fines del XVII poseía una importante hacienda ganadera en la zona. Sus hermanos tuvieron también éxito en la producción cacaotera de la vertiente atlántica de Costa Rica. Las propiedades de todos estos personajes continuaron en manos de sus descendientes y en plena productividad a todo lo largo del siglo XVIII.
