Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1Doña Ana de Retes Vázquez de Coronado, es una de las mujeres más importantes del periodo colonial en Costa Rica. Fue hija legítima del Capitán Gerónimo de Retes y de doña María Vázquez de Coronado, nieta del Adelantado, Juan Vázquez de Coronado. Casó en dos ocasiones; la primera con el capitán don Juan de Echavarría Navarro, alcalde provincial de la Santa Hermandad (muerto hacia 1676). Desconocemos cuándo se casó pero sabemos que ya estaba casada en 1655. En la segunda ocasión, después de enviudar, casó clandestinamente una noche del 9 de setiembre de 1676, con el vasco, Diego de Ibarra. Tuvo una larga vida que sobrepasa desde la primera mitad del siglo XVII hasta los primeros años del siglo XVIII.

2Entre sus propiedades más importantes estuvo un hato, en la Quebrada del Oro, en el valle de Santa Ana, en la que se señaló, fue propiedad de su padre, Gerónimo de Retes, hacia 1664. La familia también poseía dos solares en la plaza de Cartago y una estancia de ganado vacuno y caballar en el valle de Ujarrás. Pero la propiedad más importante fue la primera, en la que pasó su vejez al lado de su segundo marido.

3Testó en dos ocasiones: La primera el 11 de julio de 1699 momento en que declaró que le era imposible viajar a Cartago ya que estaba enferma. Indicó que había tenido 13 hijos; y que en ese momento habían fallecido 6. Contaba con tres esclavos de 15, 8 y 7 años. Tenía vivos a sus hijos doña Mariana, doña Antonia, doña Gertrudis, doña Clara, doña Petronila y don Miguel de Echavarría Navarro, hijos de su primer matrimonio. La documentación no indica que haya tenido hijos con su segundo marido.
Todavía en 1701, ella y su marido se obligaban a favor de una capellanía, poniendo en censo unas casas de Cartago y vendieron un esclavo. Hacia 1693 habitaban en su propiedad en el valle de Santa Ana, donde se dice su marido, don Diego, estaba enfermo de la vista. Este murió en 1701.

4Su segundo testamento se fechó el 20 de abril de 1704. En este dejaba 6 esclavos y la heredaron sus nietos. Después de testar, aparece donando a su yerno el capitán don José Pérez de Muro, una caballería de tierra en el valle de Santa Ana con casas de embarrado de horcones, cubierta de teja, 100 cabezas de ganado vacuno, 200 yeguas, 1 romana, 2 rejas de arar, 2 piedras de moler. Además de un solar en Cartago al frente de la ermita de San Nicolás.

5Desde el punto de socioeconómico, sus descendientes consolidaron una importante red local de comerciantes, autoridades y propietarios. Entre sus hijos estaban, doña Mariana, casó con el comerciante don José Pérez de Muro, también de origen vasco. Doña Ambrosia, casó con don Pedro López de la Flor, hijo del gobernador de Costa Rica, don Juan López de la Flor, y doña Juana, casó con don Francisco de Arleguí y Armendares. Esta murió en 1692. Otra de sus hijas fue doña Ana de Echavarría Navarro, casada en 1684, con Lope de Arcarazo, natural de Guipúzcoa, dio en dote 4,633 pesos, la mayoría en esclavos.

6Ana de Retes destaca como comerciante y propietaria. En numerosos ocasiones vendió o compró esclavos.

7Doña Ana sobrevivió a algunas de sus hijas: En 1691, su hija doña Juana de Echavarría Navarro testó y sus hijos quedaron bajo el cargo de su abuela materna. De igual forma, en 1696 testó otra de sus hijas, doña Ana de Echavarría Navarro, quien murió sin descendencia. En 1703 su hija, doña Mariana de Echavarría Navarro testaba debido a su gravedad.