Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1 Con base en la documentación reunida con la ayuda de Sergio Gutiérrez , podemos decir que don Juan Oliver debe toda su carrera al ejército. Fue cadete del regimiento de infantería de Galicia antes de volverse soldado en las Reales Guardias de Infantería Española, donde obtuvo el grado de teniente. Llegó a las Indias en 1765 en la comitiva que acompañaba entonces al Capitán General Pedro de Salazar. Este le conocía muy bien y le sirvió de valedor durante toda su carrera.

2 La orden real del 19 de junio de 1768 dispuso que la administración civil de la alcaldía mayor de Ciudad Real fuera dividida en dos partes y el capitán general don Pedro de Salazar se encargó de nombrar como cabeza de la alcaldía mayor de Tuxtla, por un periodo de cinco años y con un sueldo de 1,000 pesos, a don Juan Oliver, quien era entonces teniente de la compañía de dragones de Comayagua. En 1772, las cuentas de Real Hacienda muestran que remitió 661 pesos correspondientes a los tributos de su territorio por la mediación del comerciante don Manuel de Gregorio Pinillos. Al acercarse el final del periodo de Oliver, el capitán general tomó nuevamente la pluma para que fuera prorrogado en el puesto. Su petición fue apoyada además por los superiores de la Orden de Santo Domingo, quienes habían apreciado su gestión, en particular las medidas que había tomado en contra del alcoholismo en los pueblos indígenas. Salazar decía: que contra la conducta de este oficial no sólo no he tenido la menor queja que por el contrario se halla universalmente aplaudida y bien mirada. Sin embargo, había opiniones en contrario, que afirmaban que había permitido a Salvador Esponda, teniente en Ixtacomitán, comercializar el aguardiente en la región y controlar la venta del cacao. Con todo, su periodo fue prorrogado por dos años más y fue exonerado del cargo de la media anata. Durante su periodo de gobierno se asoció con los comerciantes Sebastián Olaechea y Salvador Esponda para beneficiarse plenamente del sistema del reparto de mercancías. Es muy probable que este periodo haya coincidido con una etapa de enriquecimiento. Según Alma Margarita Carvalho, el prelado don Francisco Polanco aseguraba que esta compañía de comercio produjo 50,000 pesos a cada uno de los socios durante los primeros cinco años de la administración de Oliver, es decir, un total de 150,000 pesos para la empresa, sin contar las ganancias de sus ayudantes. La historia se repitió, según la propia Carvalho, con el segundo alcalde mayor de Tuxtla, Luis de Engrava, quien reprodujo la situación incorporando a su antecesor, Juan Oliver, como socio.

3Tras su larga estancia en Tuxtla se casó en febrero de 1778 con doña Josefa Antonia de Olaechea, hija de su socio Sebastián Olaechea . Quedó así rubricada así la alianza que iniciaran ambos años atrás. Sergio Nicolás Gutiérrez ha mostrado también sus vínculos con el sistema de cobro de los diezmos: entregó 1,500 pesos para acceder al remate de diezmos del priorato de Chiapa (septiembre de 1779). Además, fue dueño de dos haciendas en la región de Comitán.

4 En 1783 y 1784 continuaba enviando cacao a la Nueva España. En octubre de 1783 formaba una lista de los vecinos de la región de Ixtacomitán, productores de cacao, que le debían 24,224 pesos. Además, se hallaba conectado con Oaxaca, como lo demuestra el hecho de que representó los intereses del comerciante Vicente de Yturribarría y Urquijo, quien tenía a un deudor en Guatemala.

5 En 1784 fue rematado en su favor el oficio de alférez real y regidor del ayuntamiento de Ciudad Real de Chiapas. Renunció al cargo a finales de 1787 a favor de don Santiago González. Como solía suceder, atrajo a su sobrino a la región, Cayetano Benítez y Oliver, quien fue nombrado tesorero con un sueldo de 500 pesos.
Pasó a vivir a la ciudad de Guatemala, donde Josefa Antonia falleció. En marzo de 1785 instituía en la misma ciudad una capellanía deseada por la tía de su esposa, Isabel de Michelena, con un capital de 500 pesos. Como patrona se nombraba a la cuñada de Oliver, María Gertrudis de Olaechea, y como primer capellán al hijo de ésta y de Salvador Esponda, Manuel.

6 Asimismo, en esta ciudad se casó con Gertrudis de Asturias y Nava. El primero de enero de 1786 fue electo regidor de la Nueva Ciudad de Guatemala. Su testamento revela que el matrimonio tenía de caudal al momento del casamiento 55,000 pesos. En ese año de 1786 su experiencia y sus valedores en la capital del Reino le valieron otro nombramiento en la difícil alcaldía mayor de Sololá, donde sucedió a Domingo Salcedo. Ostentaba entonces el grado de coronel. En informe de marzo de 1788, en su calidad de alcalde mayor de Sololá, daba a entender que se mantenía al pendiente del trabajo efectuado por los indígenas en las sementeras de trigo y maíz. Declaraba que se reservaba para él mismo la mitad de 32 fanegas y 12 almudes de maíz. Además, también ese mismo mes rendía cuentas del tercio de tributo recogido el año anterior que alcanzaba la suma de 4,828 pesos.

7Mantuvo vínculos privilegiados con la familia Alvarez de las Asturias, como se aprecia en el acuerdo de fianza convenido en 1793 cuando Mariana de Asturias y su marido, José González Batres, quisieron prestar cerca de 30,000 pesos de la tutela del diácono Francisco González Batres . Estaba también en negocio regular con Agustín de Zavala y Francisco Galin. Los tres firmaron en 1793 un contrato por 10 256 pesos que representaba una factura de ropa de castilla bajo la marca JO y que vinieron en la fragata Navarra.

8Al comenzar 1794 iniciaba un proceso para ver que la viuda de don Juan Carrascosa, doña María Josefa Morales y Alarcón, le saldara la suma de 712 pesos y 7 reales. Se asentaba que Oliver había formado con doña María Josefa una compañía dirigida a procurar la siembra tanto de maíz como de trigo. De no cubrir lo adeudado, se pasaría al embargo de bienes.

9 Falleció en 1795, mientras se le sometía a juicio de residencia. En razón de ello, finalmente se convino en junio de 1796 de que sólo se trataran aquellos puntos en los que pudiera haber restitución.

10 En 1808 su viuda, Gertrudis de Asturias y Nava, era la administradora de los bienes familiares. Juan Oliver tuvo por lo menos cuatro hijos: José Ignacio - quien fue ordenado presbítero -, Manuel, Francisco Xavier, Francisco de Paula y una hija, María Dolores, todos vivos en 1795.