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AFEHC : diccionario : CALDERÓN Y CORDÓN, Tomas : CALDERÓN Y CORDÓN, Tomas

Ficha n° 1845

Creada: 26 febrero 2008
Editada: 26 febrero 2008
Modificada: 08 octubre 2013

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Autor de la ficha:

Christophe BELAUBRE

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Publicado en:

ISSN 1954-3891

CALDERÓN Y CORDÓN, Tomas

Un vicario juez eclesiástico del partido de San Agustín de la Real Corona vinculado al movimiento de difusión de las Luces en Guatemala.
Palabras claves :
Luces, Ilustración, Vicario, Cura, Navegación
Cargo o principal ocupación:
Cura, vicario juez eclesiástico del partido de San Agustín de la Real Corona
Nació:
21 de diciembre de 1740 (bautizado el 7 de febrero de 1741)en San Pedro Zacapa, Guatemala
Murió:
23 de agosto de 1808 en la Ciudad de Guatemala, sepultado en la Iglesia del Colegio de Cristo.
Padres:

1hijo legitimo de don Francisco Calderón y de Dorotea Cordón (casados el primero de febrero de 1731 en San Pedro Zacapa); fueron sus abuelos paternos don Juan Calderón, alcalde mayor, y doña Nicolaza Almasan, y los maternos Don Carlos Ruiz Cordón y doña Josefa Ribera Vazques.

Resumen:

1El padrino de don Tomás Calderón fue don Antonio Cordón quien era seguramente un tío suyo. De una manera general, la familia Cordón aparece muchas veces activa dentro de su red social cercana porque don Francisco Cordón, vecino de Zacapa, era su apoderado. El presbítero don Thomas Ruiz Cordón era hermano de la madre de don Francisco.

2Estudió gramática en el colegio de la Compañía de Jesús. Vistió el manto y beca en el Seminario Conciliar de la capital, donde por tiempo de diez años estudió gramática, filosofía y teología siendo bachiller en filosofía. Obtuvo licencia para vestir el hábito en 1763. Ordenado de sacerdote, a titulo de administración, se le destinó al pueblo de Jalapa y después de allí al servicio de la capellanía de San Felipe del Golfo donde se mantuvo con el estipendio de cuatro reales diarios, durante el tiempo de tres años y medio. Se empleó después como coadjutor y teniente de cura y cura interino en diferentes parroquias hasta ganar el concurso para ocupar el curato de Guanagazapa, en 1780. Después pasó a servir en propiedad el curato de Texistepeque, donde estableció una escuela de doctrina y canto comprando los instrumentos necesarios. Al concurso del curato de San Agustín de la Real Corona fue calificado de suficientísimo por los examinadores sinodales y fue propuesto en primer lugar al vice patrono real del Reino, quien lo presentó por párroco propio en 1784 siendo también vicario provincial desde esa fecha.

3Durante la guerra contra Francia contribuyó y sirvió a su Majestad con el donativo de 57 marcos de plata labrada. Junto con su hermano Manuel Calderón, cura de Zacapa costeó los gastos de envío de una tropa al puerto de Omoa, soldados que fueron transportados por el Río de Motagua. Hizo la oferta, que le fue aceptada, de fundar un pueblo a su costa en la vega del río de la Magdalena, jurisdicción de Chiquimula, con la denominación de San Carlos de Segura. Propuso construir la iglesia, casas cural y de cabildo con las demás obras públicas y, además, dar ladrillos y tejas a los pobladores. Tenía la idea de juntar la gente que vivía en los montes y que las tropas, pasajeros y arrieros que transitaban por la provincia del Golfo encontraran en la nueva población los auxilios y socorros de que carecían. Aunque seguramente el proyecto se quedó en el papel, es interesante subrayar que estos proyectos de colonización surgieron en el siglo XVIII.

4Durante el período de gobierno de José Domás y Valle se mostró activo para fomentar la navegación del río de Motagua. Mandó construir una piragua para facilitar la navegación del Puerto de Omoa hasta el pueblo de San Agustín de la Real Corona. En su carta al Capitán General, del 26 de febrero de 1796, dice que la piragua estaba a punto de concluirse: “su longitud es de catorce varas, su ancho de dos y seis pulgadas, que eso dio el sedro, puede cargar de cincuenta surrones de tinta y puede montar seis pedreros”, según el constructor don Tomas de Castañeda. De allí que en noviembre de 1798, la “Junta de la Real Sociedad Económica de Amantes de la Parroquia de Guatemala (sic) ” decidió por las actividades de promoción de “las siembras de trigo, y Lino, la construcción de un molino, la enseñanza de medias en la escuela de primeras letras, acompañando un par de las que ya trabajan y estableciendo escuelas para que esos naturales se dediquen a los oficios de sastres, zapateros, herreros, pintores y canteros (…)”, expedirle la patente de socio correspondiente, libre de entrada y de la contribución anual. En junio de 1801, ante las dificultades económicas de la escuela de dibujo, hizo una donación de 100 pesos al tesorero Juan Bautista Marticorena.

5En el pueblo mismo de San Agustín de la Real Corona habían varios testigos que aseguraban que él había puesto el agua a la pila que estaba al medio de la plaza, fabricó la cárcel a su costa, habilitó también cuatro exploradores para reconocer las costas y facilitar el camino, además costeó la compra y conducción de maíz en periodo de escasez.

6 Esta carrera eclesiástica y este compromiso con el bien público, acreditado por muchos documentos, nos deja la impresión general de que don Tomás Calderón fue un hombre que tuvo una vida “ejemplar”. Sin embargo, una investigación mas profunda a la luz de otros documentos conservados en el Archivo General de Centroamérica podría matizar ese retrato porque aparece, por ejemplo, que el nuevo cura interino de San Agustín de la Real Corona en 1810, al darse cuenta del estado de las cuentas del curato decidió presentar demanda contra los herederos de nuestro biografiado. De la misma manera después de su fallecimiento el Dr. Mariano Ángel de Toledo , cobrador de la cuarta episcopal, entabló un juicio contra él por cierta suma que debía. Por último, según el testimonio del corregidor de Chiquimula, una parte de su riqueza se debía a prácticas abusivas en su curato porque cobraba cuatro reales a cada indio tributario por servicio y ración.

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