Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1 Todos los actores de la difusión de las Luces en la Capitanía General de Guatemala no están todavía claramente identificados: el caso de Antonio Norberto Serrano Polo es un ejemplo elocuente de ciertas injusticias cometidas por los estudiosos de la memoria centroamericana. El hombre, está sin embargo citado en muchos libros: para citar solo algunos es percibido por la historiadora Alma Margarita Carvalho como “el impulsor del desarrollo chiapaneco”, conocido en Comayagua por el historiador Luis Pedro Taracena como uno de los defensores mas activos del traslado de Comayagua a Tegucigalpa del gobierno y de las cajas reales (1806), recordado en Guatemala por haber sido uno de los fundadores del colegio de abogados (1810), pero no se toma en cuenta la dimensión “centroamericana” del personaje, su notable perfil político, y menos la red de sociabilidades que le permitió ejercer tanta influencia en las regiones donde sus obligaciones profesionales lo llevaban.

2 La historiadora Irma Leticia de Oyuela dice que es egresado de la Universidad de Salamanca pero no cita sus fuentes. Solo sabemos con certeza que paso a Chiapas en 1790 junto con su esposa y un amanuense en calidad de criado don Luis García del Prestamo; cruzó el Atlántico en el navío de guerra San Julián y tocó tierras Americanas en el puerto de Veracruz. Como no pudieron tener hijos decidieron adoptar a María Antonia, Rosa, José Balbino y José de la Cruz pero no se sabe cuando y donde exactamente se hicieron.

3Fue Teniente Letrado de Chiapa (nombrado el 6 de agosto de 1789). Un informe, fechado en diciembre de 1791, reservado y redactado por el intendente de Chiapas, Agustín de las Quentas Sayas lo ataca duramente por su mal humor – “ (…) en los meses de abril y mayo vino con tal fuerza la luna que en este tiempo estuvo furioso siempre cavilando y no dejando de inquietarme con sus impertinencias (…)” – y por sus ideas extravagantes y falta de consecuencia en trato, atenciones y amistades. El intendente, en marzo de 1792 instituyó un expediente “sobre la inacción, falta de despacho en los negocios que se pasan al asesor ordinario”. Entonces el provisor y vicario general del Obispado, don Francisco de Tejada confirmaba sus faltas en el trabajo que se debían a sus frecuentes enfermedades. La situación llego a tal extremo que el letrado dejo de poner los pies en la casa del intendente. El informe quiso demostrar también que el letrado se presentaba en público como de igual condición al intendente. Según una declaración del contador de Real Hacienda don Francisco Duran y Francavilla, Serrano Polo solía andar en las calles de Ciudad Real con “un coche nuevo muy bueno” con cuatro mulas y tres criados de librea, eso dejaba al contador perplejo porque el letrado gozaba el mismo sueldo que él y éste no podía enfrentar tantos gastos de representación. El alcalde ordinario, Salvador Llauger confirmo el carácter violento y altivo del letrado. En mayo de 1792 Serrano Polo se había enterado que se había formado “una sumaria de aquellas que el derecho titula Pesquisas Secretas” y se quejaba amargamente al Capitán General de Guatemala. El fiscal Bataller no considero que la sumaria permitía sancionar al letrado y al contrario hubo un llamado de atención al intendente para que se atienda a la causa publica y la concordia desatendiendo resentimientos. Sin embargo es posible que este enfrentamiento haya dejado huella y un gran malestar por lo que Serrano Polo decidió permutar su puesto con el licenciado José Maria Valero en 1798 quien era también asesor letrado en Valladolid de Comayagua. Durante su estancia en Chiapas Serrano Polo mantuvo una correspondencia con José Mariano Mociño.

4 Serrano Polo estuvo entonces cerca de diez años en Honduras. Su influencia política se hizo sentir inmediatamente: orquestó una intensa campaña para pedir el traslado de la sede eclesiástica y civil del gobierno de Comayagua a Tegucigalpa. Busco aliados y formo una alianza con los oficiales reales Piloña y Barrientos, con los hermanos de San Juan de Dios Fray Raiser y Burgos, con el escribano real Juan Lindo y con los canónigos Beltran, San Martin y Vidaurre. Quejándose mucho del clima, todos redactaron un informe convincente donde se argumentaba, entre otros aspectos, que el precio de la fanega estaba mas bajo en Tegucigalpa y que podián usar la catedral de San Miguel, que la de Comayagua debía ser arreglada lo que podía implicar un gasto de hasta 100.000 pesos. Mientras animaba la vida intelectual de la provincia era también socio correspondiente de la Sociedad de los Amigos del País.

5Tomo posesión del cargo de Oidor de la Real Audiencia de Guatemala el 3 de marzo de 1808. Gozó de un sueldo de 3300 pesos; ejerció también la responsabilidad de Juez de Imprentas, la de protector del Hospital de San Juan de Dios junto con el canónigo Carbonel . En 1810 fue nombrado Vocal de la Junta de Montepío Político. Fue uno de los que redactó los Estatutos del Colegio de Abogados cuya real provisión data del 2 de junio de 1810. Trabajo después con el arquitecto Marquí en la construcción de la Iglesia Catedral de la Ciudad desempeñándose como superintendente. Se interesó de cerca en el desarrollo de la minería en la Capitanía. En 1819 el Presidente Urrutia lo nombró Superintendente de la Real Casa de Moneda por sus actividades desarrolladas en la materia anteriormente y en particular en el mejoramiento del proceso de acuñación.

6 Aunque no existen mayores pruebas de un cierto grado de cooperación del oidor con los conjurados de Belén (1813) se puede mencionar la opinión de José Cecilio del Valle quien dice: “El Oidor Antonio Serrano Polo viejo y achacoso manifiesta en su manera de retirarse la dignidad de convertirse en un togado. Pero cuando la conspiración de Belén fue descubierta él se va a la Antigua en la provincia de Guatemala y no se hace solidario con el gobierno”: ¿Bien pudo ser una simple reacción de precaución ante una posible insurrección generalizada que pudo haberle costado la vida pero no es completamente imposible que después de tantos años de vida en Centroamérica el hombre haya sido sensible al nuevo mensaje político de los criollos.

7En 1815, a pesar de la coyuntura política muy incierta, decidió comprar una casa en Antigua Guatemala que le costo 650 pesos. Pidió en su testamento que al fallecer le amortajen con el hábito de la merced y que esté enterrado en la parroquia de Antigua Guatemala.

8