Ficha n° 1995
Creada: 10 agosto 2008Editada: 10 agosto 2008
Modificada: 10 agosto 2008
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Autor de la ficha:
Roberto VALDéSPublicado en:
ISSN 1954-3891Gran fiesta masónica
- Autor:
- Sin autor
- Fecha:
- 1884-10-24
- Texto íntegral:
-
1No estábamos ayer bien informados, cuando participamos á nuestros lectores que dicha solemnidad se limitaba á la entrega de una espada en honor al señor Doctor Zaldívar. Su objeto tenía mayor alcance; extendíase á felicitar al Jefe de la masonería y del Estado, por su feliz llegada al suelo patrio que tanto le deben en su carácter de gobernante y de propagandista de las ideas modernas.
2Bajo este punto de vista, la manifestación masónica tiene también alta importancia para nosotros, pues viniendo después de los festejos y regocijos públicos y significando, como aquellos, un aplauso y una voz de aliento al declarado protector de toda tendencia liberal y progresiva, indica que los masones se confunden con el pueblo, tan amigo del Doctor Zaldívar, Jefe de la masonería salvadoreña, y que, por consiguiente, no se puede dudar ya de la popularidad de que goza en el Salvador dicha institución, durante tanto tiempo y tan injustamente combatida por la Iglesia y sus ignorantes secuaces.
3Ayer vimos reunidos al derredor del Doctor Zaldívar á las personas mas ilustradas y mas independientes de esta sociedad y de la de Santa Tecla. Por otra parte, los caballeros pertenecientes á la orden y domiciliados en Santa Ana, Sonsonate, San Miguel, & &, se han adherido á la ovación dispuesta en honor del señor Zaldívar con el entusiasmo que merecen los servicios que éste ha prestado á la gran causa de la redención humana, ora combatiendo francamente prácticas supersticiosas y perjudiciales á la sana educación del pueblo, ora prohibiendo la enseñanza religiosa en las escuelas del estado; ya arrancando al clero la gabela del matrimonio y de los entierros, ya contribuyendo, en fin, de acuerdo con su ilustre aliado el General Barrios, á que los nefandos jesuitas fueran expulsados de sus últimas madrigueras en la América Central, quedando así el Estado libre de las perniciosas ingerencias de los taimados conspiradores contra todo lo que no sea sumisión servil á la corte de Roma.
4Hace mucho tiempo que no habíamos presenciado ceremonia tan hermosa y al mismo tiempo tan enternecedora.
5A las ocho de la noche, el Dr. Zaldívar revestido de todas las insignias de su alto grado, se presentó en el templo, en cuya puerta le recibió una comisión con el estandarte de la Logia, principiando en seguida la reunión, en la cual se pronunciaron sentidos discursos por el venerable maestro León Dreyfus, el gran Delegado del Supremo Consejo Juan Padilla y Matute, el orador Rafael Reyes, el comisionado por la Logia de Santa Tecla José Salazar; y el representante de la de Guatemala Domingo Rodríguez Castillejo. Todos ellos abundaron en iguales conceptos, muy lisonjeros para el Doctor Zaldívar, cuyos sentimientos caritativos se han encomiado mas de una vez, asociado siempre á su nombre el de su virtuosa esposa doña Sara G. de Zaldívar, que coopera con él en toda obra de bien, cualquiera que sea su nombre.
6Don José Salazar hizo una moción, á nombre de los masones de Sonsonate, en obsequio de los indios de la Costa del Bálsamo, y tuvimos el gusto de oír luego al señor Zaldívar, quien aseguró haber hecho cuanto estaba en su mano a favor de esos pueblos, dotándolos de caminos y redes telegráficas y estableciendo escuelas en que se moralizan esos habitantes y cultivan su espíritu mediante la enseñanza; pero nuestro placer subió de punto, cuando el notable estadista, haciéndose cargo de lo que cada uno dijera, fué contestándoles a todos, hallando siempre las palabras más adecuadas y terminando, por fin, con una excitación que ha producido excelente efecto y producirá á no dudarlo, buenos resultados en la práctica. Nos referimos á la súplica, de que se le dirijan por todas las personas interesadas en la cosa pública indicaciones acerca de las mejoras que pudieran introducirse en los ramos de la administración etc.
7Terminada la sesión en que reinó la armonía y espíritu fraternal más admirable, los concurrentes se reunieron en uno de los salones, donde se sirvió una modesta cena que estuvo á cargo del fondista señor Monedero. A la hora de los bríndis fueron muy aplaudidos los señores General don Luciano Hernandez, Escudero y sobre todo el señor Doctor Zaldívar, quien propuso la creación de un Salón y biblioteca incorporada á la Logia y en los cuales pudieran hallar esparcimiento y grato solaz, no sólo los masones, sinó también sus familias y hasta los profanos. El Doctor inició una suscrición dedicada á este fin, encabezándola con $ 1,000 y que ascendió, á poco, á 2,400 $. El señor Dreyfus, hizo notar que de todas las reuniones á que ha asistido el señor Zaldívar ha resultado algún beneficio para la sociedad, pues si antes se convino en la fundación del Asilo “Sara”; ahora se establecía el Salón de cultas distracciones. Nosotros, aplaudimos este rasgo y felicitamos á la Sociedad san salvadoreña por esas manifestaciones de vitalidad que hablan muy alto en favor de su cultura.
- Fuentes :
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La República, número 351, jueves 28 de agosto de 1884, p. 1