Ficha n° 2188

Creada: 26 mayo 2009
Editada: 26 mayo 2009
Modificada: 27 mayo 2009

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Autor de la ficha:

Valéria GRINBERG PLA

Editor de la ficha:

Marta Elena CASAÚS ARZÚ

Publicado en:

ISSN 1954-3891

La actitud de los intelectuales afroantillanos de Limón durante la huelga de 1934 a la luz de su ideario político-filosófico

El objeto de este trabajo es contribuir a la historia cultural e intelectual de los afroantillanos en Costa Rica a partir del estudio de sus periódicos en inglés publicados en Puerto Limón durante la primera mitad del siglo XX: “The Times” (1912-1913), “The Searchlight” (1929-1931) y “The Atlantic Voice” (1934-1946). Los principales articulistas y directores fueron, de los dos primeros, Samuel Charles Nation (1869-1942) y del último, Alderman Johnson Roden (1893-19??). El presente ensayo discute críticamente los escritos de Samuel Nation, Alderman Roden y otros afroantillanos publicados en "The Atlantic Voice" entre 1934 y 1935 en los cuales se articula su posición frente a la huelga bananera de 1934 en relación con el ideario político, ético y filosófico previamente articulado por Samuel Nation y otros intelectuales en 1912 en “The Times”. Mi análisis permite entender cómo la postura anticomunista y antihuelga de Samuel Nation y Alderman Roden en el treinta y cuatro tiene que ver con el ideario del liberalismo político-económico y las las nociones de derecho, civilidad y respeto por la ley asociados con la nacionalidad británica adoptados por los afroantillanos ya en la década del diez. La argumentación de Nation, Roden y otros en el periódico devela además que el enfrentamiento entre los líderes de la huelga y los afroantillanos responde a la incapacidad de los primeros de tomar en cuenta a los segundos como sujetos políticos plenos en el contexto del creciente racismo de la élite política costarricense.
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Autor(es):
Valeria Grinberg Pla
Fecha:
Junio de 2009
Texto íntegral:

1

2“Will you as colored foreigner enjoy any of the benefits, if any, resulting from the Communist agitations?
No, you will not”.

3The Sojourner’s Committe, “The Colored Workers & Planters of the Atlantic Zone”, The Atlantic Voice, 25/08/1934

Introducción

4La historia intelectual y cultural de los afroantillanos en Costa Rica es un capítulo pendiente de la historiografía centroamericana. Exceptuando las investigaciones de Quince Duncan1 y Anacristina Rossi2 poco se sabe sobre la producción intelectual y literaria de los afroantillanos durante la primera mitad del siglo XX en Limón3. Además, Ronald Harpelle ha estudiado específicamente el rol de los West Indians en el movimiento obrero en Limón durante las décadas del treinta y del cincuenta haciendo énfasis en la huelga4 de 1934. Avi Chomski también centra sus investigaciones en el rol de los afroantillanos de la costa atlántica costarricense durante las luchas con las compañías bananeras5 entre 1910 y 1911. Como se verá más adelante mi análisis coincide en algunos aspectos con las conclusiones a las que llega Chomski en relación con la postura “radical” de los afroantillanos a comienzos de la década del diez, pero propone entender la postura “conservadora” de los mismos en relación de continuidad con su ideario temprano.

5Este trabajo forma parte de una investigación en curso cuyo objeto es, por un lado, conservar y difundir los periódicos en inglés publicados por los intelectuales afroantillanos de Limón durante la primera mitad del siglo XX: The Times (1912-1913), The Searchlight (1929-1931) y The Atlantic Voice (1934-1946) y por el otro, analizar críticamente el ideario político-filosófico promulgado en dichos periódicos, en particular en relación con los conceptos de identidad nacional, regional y étnica6. Por medio de su actividad periodística, Samuel Charles Nation (1869-1942) y Alderman Johnson Roden (1893-19??), dos afroantillanos nacidos en Jamaica que como muchos otros emigraron a la costa caribe de Costa Rica a fines del siglo XIX en busca de trabajo y prosperidad, contribuyeron de manera significativa a la pujanza de la vida intelectual de Puerto Limón durante la primera mitad del siglo XX. Samuel Nation fue el director de The Times y The Searchlight, y también contribuyó en The Atlantic Voice, cuya sección en inglés estuvo bajo la dirección editorial de Alderman Roden7. Estos periódicos en inglés fueron en su momento una plataforma de difusión de las ideas de los miembros de la comunidad afrodescendiente de Limón con respecto a todos los aspectos de la vida social, cultural, religiosa, política y económica. Los artículos publicados en los periódicos de Limón discutían todas las cuestiones consideradas relevantes para la comunidad afrodescendiente incluyendo cuestiones locales, así como también nacionales, regionales e internacionales. El interés de los afroantillanos por la política internacional, y especialmente europea, se debe a su condición de ciudadanos británicos8. El seguimiento de la actualidad sociopolítica en los Estados Unidos en los periódicos de Limón también tiene que ver con la relación de los Estados Unidos con el Commonwealth, pero más que nada se debe a que el principal empleador de la Provincia de Limón, la United Fruit Company (UFCO), es una empresa norteamericana y al hecho de que los afroantillanos se identifican y relacionan políticamente con los afrodescendientes en los Estados Unidos, ya que todos comparten la misma historia de esclavitud. De hecho, en lo que respecta a las noticias regionales, prevalecen los artículos sobre la situación de los afrodescendientes en otros países centroamericanos como Panamá, Nicaragua u Honduras y, por supuesto, en las Antillas. Dada su condición de migrantes y dado el carácter circular de las migraciones, los afroantillanos de Limón tenían importantes conexiones familiares y sociales en varios puntos de Centroamérica y el Caribe insular9. Asimismo, en el caso de los residentes en la Provincia de Limón, existe un obvio interés por las cuestiones de política nacional de su país adoptivo, Costa Rica. En suma, la condición transnacional de los afroantillanos residentes en Limón, así como sus alianzas étnicas con afrodescendientes a nivel mundial, especialmente a través de su participación en el movimiento de Marcus Garvey, se ven reflejados en la amplia cobertura regional e internacional de los periódicos. Los mismos, junto con las logias, los clubes, la UNIA (Universal Negro Improvement Association) y las iglesias protestantes constituyeron los órganos de expresión y acción de la comunidad afrodescendiente establecida en Limón durante la primera mitad del siglo XX.

6Mi análisis de los artículos publicados en The Times entre 1912 y 1913 deja en claro que las categorías constitutivas de la identidad colectiva afroantillana en el discurso de Nation y los otros colaboradores de dicho periódico son: por una lado la pertenencia étnica y, por el otro, las nociones de derecho, civilidad y respeto por la ley asociados con la nacionalidad británica10. En consecuencia, la lucha por el derecho al libre ejercicio del trabajo y del comercio de los afroantillanos se apoya en estos dos pilares.

7En el presente trabajo voy a explicar brevemente las nociones a partir de las cuales Samuel Nation construye una identidad colectiva para los afrodescendientes de Limón en The Times, el primer periódico que dirije, para luego ver en qué medida dichas nociones de identidad desembocan en la clara postura anticomunista de Samuel Nation y Alderman Roden durante le huelga bananera11 de 1934. Para ello voy a referirme a las notas editoriales, ensayos y cartas de lector publicadas, respectivamente, en The Times entre 1912 y 1913 y en The Atlantic Voice durante 1934 y 1935. En ambos casos, la UFCO ocupa el centro de la atención de la comunidad, cuyo destino parece estar ligado, para bien o para mal, al de la compañía bananera: En 1912, la Atlantic Fruit Company [AFCO] intentó establecerse en Limón, pero este proyecto fracasó a causa de la violenta oposición de la UFCO, que quería mantener un monopolio en la exportación bananera. Como he señalado anteriormente12, en ese momento Nation argumentó a favor del establecimiento de la AFC, ganándose en consecuencia la abierta hostilidad de la UFCO13. Sin embargo, en 1934, tanto Nation como Roden se colocan del lado de la UFCO y en contra de la huelga comunista. Este cambio de actitud con respecto a la UFCO podría parecer contradictorio a primera vista, pero un análisis detallado de los argumentos esgrimidos por ambos intelectuales permitirá ver que su argumentación es coherente con el ideario del liberalismo político y económico de tradición británica en el cual se basa el concepto de identidad desarrollado por Nation en la década del diez.

La conciencia étnica y los intereses de la comunidad afroantillana

8En 1912, en The Times, Nation justifica el detallado seguimiento que da a la “banana war14” por su relevancia para la comunidad, de modo que uno de los aspectos que precisamente contribuye a crear una identidad colectiva para la comunidad va a ser el modo en el cual los afroantillanos son afectados por las políticas de las compañías bananeras. Así, el primer número de The Times (6/6/1912) se titula “Public Interest”. Por medio de este gesto, el periódico se auto-constituye en vocero y defensor de los intereses de la comunidad afroantillana. De modo similar, el epíteto que acompaña el nombre del periódico The Atlantic Voice en la primera página de todas las ediciones indica el compromiso del mismo con la comunidad: “Devoted to the interests of the Atlantic Zone”. Ambos periódicos son la plataforma desde la cual, intelectuales como Samuel Nation y Alderman Roden abogan por el curso de acción que consideran correcto y beneficioso para los afroantillanos.

9En The Times la noción de comunidad étnica se hace visible en el uso de expresiones como “nuestra gente” (2/7/1912), así como en la publicación de noticias y eventos de interés para la comunidad afroantillana. Los gentilicios que prevalecen en este contexto son “Jamaicans” y “West Indians”. Así, en una carta de lector publicada en la edición del 22 de junio de 1912, Osmond Mason advierte expresamente a “Jamaicans and West Indians” de los peligros de ir a Guatemala en busca de trabajo porque “a coloured man’s life is not worth the price of a sparrow there.”

10Es decir que The Times funciona como un espacio en el cual los afroantillanos pueden reconocerse como los lectores implícitos de la publicación e idealmente incluso quizás llegar a sentirse representados por la misma. Al mismo tiempo dicho periódico funciona como una plataforma en la cual los afroantillanos pueden expresar directamente sus opiniones. De esta manera, el sentido de comunidad se construye también como resultado de una política editorial que permanentemente incluye cartas de lectores – muchas veces en abierta disidencia con la postura de la editorial – estableciendo al periódico como lugar constitutivo de la comunidad, en tanto que lugar privilegiado en el cual diversos miembros de la misma presentan y negocian sus intereses. En una palabra, Nation busca que la comunidad se sienta representada por medio de mecanismos de inclusión que van desde apelativos inclusivos a la participación directa de miembros particulares de la misma en el periódico a través de cartas de lector. Otro buen ejemplo de esta estrategia es la publicación, el 16 de julio de 1912, de una carta titulada “Stupid Methods” y firmada simplemente por un hombre que se identifica como “a Jamaican”, haciendo alusión expresa a su identidad común compartida con el resto de los lectores, y de la cual se deduciría una supuesta comunidad de intereses entre los mismos. Probablemente no es ninguna casualidad que, en su carta, este jamaiquino voluntariamente anónimo haga un llamado a todos los jamaiquinos para que luchen por sus derechos. En efecto, The Times suele apelar al sentido de comunidad de sus lectores en el contexto de la defensa de los derechos civiles, laborales, económicos o políticos de los mismos.

11Una estrategia similar puede observarse en The Atlantic Voice. También este periódico incorpora cartas de lector, muchas veces firmadas con seudónimos, como por ejemplo “A Suggestion”, publicada el 3 de noviembre de 1934 y firmada “An Optimist” o la carta dirigida a la colaboradora llamada Sally por un lector que firma “Spiamar”, aparecida el 8 de septiembre de 1934. También es interesante señalar que una de las tres contribuciones firmadas por Nation en relación con la huelga bananera, una de ellas es una carta dirigida al editor del periódico. Se trata de “The Costa Rican Negro’s Place in Costa Rica?” (3/11/1934), una de las más consternadas y dolidas reflexiones de este autor sobre la precaria situación de los afroantillanos en Costa Rica. De este modo, The Atlantic Voice funciona como un foro de debate para la comunidad, al igual que The Times y The Searchlight lo hicieron con anterioridad15. En una palabra, la línea editorial de Alderman Roden coincide con la de Samuel Nation. Ambos editores apelan al sentido de comunidad del público lector, al mismo tiempo que contribuyen a crearlo: la política editorial de dar cabida a cartas de lectores, solicitadas o notas de suscriptores es una clara estrategia de inclusión. Y esta política se conjuga con una retórica editorial que construye al afroantillano como lector implícito. Así, los periódicos de los afroantillanos se perfilan como representantes de la comunidad haciendo política de la identidad avant la lettre.

12Este posicionamiento del periódico como defensor de los intereses de la comunidad afroantillana es omnipresente en The Atlantic Voice, y se observa con particular énfasis en la nota editorial “Ich dien16”, publicada en la primera edición de la edición bilingüe del periódico17, el 14 de julio de 1934. Allí, Alderman Roden argumenta con pasión:

13Literally, “Voz del Atlántico” means, Voice of the Atlantic, i.e. the crying voice (needs) of the peoples of the Atlantic Zone of Costa Rica.
To facilitate the making known of these needs this organ is launched; to interprit them, to assist in its official capacity to present them in the forum – the judicatories of justice – we dedicate ourselves.
The most pressing need of the moment concern the masses whom we vow to serve at all times, and at all cost. We are entirely dedicated to “the cry (hire) of the labourer” “who has reaped down ‘your’ (the) fields”. We propose to ever knock at the door of the powers that be, yea even to hammer bang! – until we get a hearing. No longer must it be said that there is no adequate voice to protest the injustices to the working man among us. The sorry pass to which our staple industry (the banana industry) has come must be righted. We aim for the payment of a living wage to all and sundry, to a realization of our purpose we ask the cooperation of all. It should ever be understood that the “Voz del Atlántico” is the impartial medium of expression. It should ever be understood that we do not cater to a class of the favoured class, but that “we serve” the masses.

14Es decir que The Atlantic Voice continúa la tradición iniciada por The Times y como éste se erige en vocero de la comunidad. Roden, al igual que Nation, reconoce la centralidad de la compañía bananera en la vida de Limón y ofrece la tribuna del periódico para las demandas de los trabajadores. La retórica exaltada de esta nota (por ejemplo el patetismo de expresiones tales como “el grito del trabajador”) y el uso de un término como “las masas” así como su evidente preocupación por el bajo salario que reciben los trabajadores, haría suponer que el periódico apoyará la huelga bananera. Sin embargo, esto no será así y más adelante veremos por qué ni Alderman ni Nation creen que la huelga responda a las necesidades o a los intereses de los afroantillanos. Esto se hace evidente en dos editoriales: “Coloured Labourers Warned” (18/08/1934) y “The Colored Workers & Planters of the Atlantic Zone” (25/08/1934). En ambos casos, no es el editor del periódico, o sea Alderman, el que firma, sino un “sojourner’s committee18”. Este comité, que claramente responde a la posición del periódico, se esfuerza por demostrar que las demandas de los huelguistas por mejores condiciones de trabajo no sólo no incluyen a los afroantillanos, sino que los excluyen explícitamente:

15Sometime during August or September of last year, about 500 of the said individuals now connected with the Communist movement signed and forwarded a memorial to Congress not only reiterating the request that colores men should not be employed in the capacity of clerks salesmen, foremen and kindred occupations, but demanding the deportation of negroes from the country, with the complement that negro immigration should be prohibited19.

16Es decir que la postura antihuelguista de los intelectuales afroantillanos que se encuentran detrás de The Atlantic Voice se origina en el reconocimiento de la postura racista de los líderes de la huelga. En otras palabras, los afroantillanos ponen sobre el tapete que las demandas de igualdad de los líderes comunistas de la huelga no reconocen al trabajador negro como un igual y, por el contrario, lo perfilan como un otro al que discriminan abiertamente. En efecto, el ideario de los líderes comunistas como Carlos Luis Fallas y Manuel Mora responde al concepto hegemónico de la nacionalidad costarricense en tanto es ciego ante la identidad política y cultural de los afroantillanos20. En respuesta, los afroantillanos desoyen los argumentos de clase esgrimidos por los líderes comunistas, y utilizan el periódico para cuestionarlos:

17You will not enjoy benefit resulting from the Communist agitations, not only because there is no benefit forthcoming, but particularly on account on the fact that the very Communist Party would, as soon as they felt themselves enthroned as the political dictators of the country, dictate and put into effect, by force if necessary, all the projects that they have already planned to supress West Indian negro labor in Costa Rica. The best evidence of this is to be seen in the attitude of Communism in connection with the contract between the United Fruit Company and the Executive Branch og the Government pending before Congress, in asking that one of conditions of acceptance should be that negro labor should not be used on the pacific side, in the event the Company’s offer to enter into banana cultivation on a larger scale at that end be accepted. Another palpable evidende is the absence of a colored representative in any of the units of the Communist Party21.

18Esta nota no sólo retoma el argumento de “Coulored Labourers Warned” publicada la semana anterior sobre el proyecto de los líderes de la huelga de prohibir la contratación de afroantillanos en la costa pacífica, sino que además llama la atención sobre la falta de representatividad de los afroantillanos en los estamentos del Partido Comunista. Este último argumento es fundamental porque permite comprender hasta qué punto el rechazo de los afroantillanos tiene que ver con la certitud de estar siendo utilizados en un proyecto en el que no tienen voz y que además los perjudica. Puede ser, que como indica Harpelle, la actitud de los intelectuales afroantillanos beneficiara a la UFCO. Sin embargo, lo que ellos mismos señalan es que el movimiento huelguista se autoinstituye en representante de todos los trabajadores, cuando en realidad ni ellos ni sus intereses se encuentran representados:

19Whether Communism is right or wrong, is no concern of ours. That is Costarrican’s politics. But when Communism attempts to ride on the back of colored labor to its political goal, without first consulting you on your disposition in the matter, then it is high time that you are warned to sit tight and watch your own interest, less you find yourselves worst sufferes in the end22.

20En suma, tanto en 1934 como en la década del diez, el periódico de la comunidad afroantillana se posiciona como defensor de los intereses de la comunidad por medio de la construcción de una identidad colectiva basada en la etnia, la nacionalidad y en su condición de extranjeros en Costa Rica. Y desde la perspectiva de estos intelectuales afroantillanos, los intereses de los huelguistas son contrarios a sus propios intereses.

Samuel Nation y Alderman Roden: dos políticos de la identidad “avant la lettre”

21Como ya he mencionado, en 1912 Nation considera que el establecimiento de la AFCO en Limón será altamente provechoso para la comunidad afroantillana, y en especial para los pequeños productores. En cambio, en 1934, hemos visto que el Sojourner’s Committee, del cual Nation y Roden son miembros, sostiene que la huelga ni será exitosa, ni traerá beneficios para los afrodescendientes. Es más, y como veremos más adelante, según ellos, la participación en la huelga podría incluso poner en peligro el estatus legal de los afroantillanos en Costa Rica. El seguimiento de The Times del conflicto entre la UF y la AF hace especial hincapié en las consecuencias sufridas por la comunidad afroantillana por haberse involucrado en el mismo y por haber tomado partido por la AF. En ese entonces, ni el gobierno de Costa Rica, ni el consulado británico ofrecieron protección legal a los afrodescendientes frente a los abusos de la UFCO. Esta situación es documentada por Nation en The Times: sus artículos hacen hincapié en la desprotección de la comunidad no sólo en el contexto del enclave, sino en el ámbito legal de la nación costarricense, al tiempo que revela el carácter meramente formal de la ciudadanía británica. Por un lado, en artículos como “Patriotic Honour” (16/7/1912), “King George” (24/05/1913) o “Empire Day” (14/06/1913), Nation desenmascara al consulado británico al tiempo que reclama el derecho de los jamaiquinos a ser representados en tanto que súbditos de la Corona. Por el otro, en “Higad no sólo en el contexto del enclave, sino en el ámbito legal de la nación costarricense, al tiempo que revela el carácter meramente formal de la ciudadanía británica. Por un lado, en artículos como “Patriotic Honourâ€