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AFEHC : articulos : Puerto Caballos: nacimiento, evolución y muerte de una quimera transoceánica (1541-1607) : Puerto Caballos: nacimiento, evolución y muerte de una quimera transoceánica (1541-1607)

Ficha n° 2531

Creada: 27 noviembre 2010
Editada: 27 noviembre 2010
Modificada: 15 enero 2011

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Autor de la ficha:

Ingris LAGOS SORIANO

Editor de la ficha:

Elizet PAYNE IGLESIAS

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Puerto Caballos: nacimiento, evolución y muerte de una quimera transoceánica (1541-1607)

Se examina el caso de Puerto Caballos, en la costa norte de Honduras, debido a que este sitio se desempeñó durante el siglo XVI como el principal puerto transoceánico del norte de América Central (Guatemala, Honduras y El Salvador), y además, porque, durante décadas funcionarios y comerciantes de las provincias de Honduras y Guatemala, procuraron convertirlo en uno de los principales nodos mercantiles iberoamericanos, aduciendo las supuestas ventajas de los puertos y caminos de “Honduras-Higueras”, sobre los puertos del istmo de Panamá.
Palabras claves :
Reino de Guatemala, Honduras, Puerto Caballos, Ruta interoceánica, Comercio colonial, puertos, Caribe
Autor(es):
Ingris Lagos Soriano y Pastor Gómez Zúñiga
Fecha:
Diciembre de 2010
Texto íntegral:

1

Preámbulo

2La presente investigación explora algunas influencias de la economía-mundo europea sobre su periferia americana en el siglo XVI, haciendo énfasis en la interacción de dos aspectos cruciales: en primera instancia, el papel de los medios de transporte en la configuración de nuevos espacios, −referido específicamente a Puerto Caballos−, y en segundo término, la incidencia de los conflictos de la economía-mundo europea, sobre la evolución histórica de ese lugar.

3Se examina el caso de Puerto Caballos, en el norte de Honduras, debido a que este sitio se desempeñó durante el siglo XVI, como el principal puerto transoceánico de la zona norte de América Central (Guatemala, Honduras y El Salvador), y además, porque durante décadas funcionarios y comerciantes de las provincias de Honduras y Guatemala, procuraron convertirlo en uno de los principales nodos mercantiles iberoamericanos, aduciendo las supuestas ventajas de los puertos y caminos de “Honduras-Higueras1” sobre los de Panamá, por donde se trasladaba el comercio del Perú. Estos últimos representaban casi dos tercios del intercambio mercantil entre las colonias americanas con la metrópoli.
Este artículo sintetiza algunos de los principios del análisis del sistema-mundo planteados por Immanuel Wallerstein e incorpora la concepción del espacio sustentada por Henri Lefebvre. En los siguientes epígrafes se trazan los antecedentes históricos de la bahía de Puerto Caballos y se ofrece una sinopsis sobre su devenir como puerto interoceánico durante el siglo XVI; luego se examina su importancia comercial y se proponen algunas ideas acerca de la decadencia del puerto en el contexto de la piratería en el siglo XVII.

La economía-mundo y la configuración de nuevos espacios

4El dominio hispano en América provocó una ruptura profunda en la evolución histórica de las sociedades de la región, puesto que fue el principal gestor de transformaciones y creador de nuevos espacios en sus dimensiones geográficas, económicas, políticas y socioculturales. No cabe duda que una de las principales motivaciones de la expansión Ibérica fue la económica, lo que explica en parte por qué el denominado Nuevo Mundo, ineludiblemente pasó a ser incorporado a la economía-mundo europea, es decir a “su mundo”, pero en términos de periferia, en el marco del cual “…es parte integrante del sistema global de la división del trabajo, dado que las mercaderías implicadas son esenciales para su uso diario2”. Wallerstein sostiene que en los “Sistemas Mundo” existe una división extensiva del trabajo, que implica una distribución desigual de las actividades económicas, donde las variables geográficas tienen algo que ver, pero que en su mayor parte, se debe a la organización social del trabajo, que magnifica y legitima la capacidad de ciertos grupos de explotar el esfuerzo de otros.
La implementación de la economía de mercado en América a partir del siglo XVI, –en el marco de la economía-mundo europea–, requirió así de toda una infraestructura que la hiciera efectiva: medios de transporte, puertos, rutas, mano de obra, producción/ productos, prácticas de consumo, etcétera, lo cual fue fundamental para crear nuevos espacios. Retomamos la concepción de Lefebvre en cuanto a que el espacio es producido, reproducido y transformado3, y lo ampliamos con lo propuesto por Juan Eugenio Sánchez que: “El espacio lo engloba todo −todas las relaciones sociales y humanas y todos los hechos físicos−, son, este espacio. El espacio es, pues, la situación física en la que se producen todas las relaciones humanas y sociales4”. Interesa particularmente el espacio portuario de Puerto Caballos, que desde su creación desempeñó un papel fundamental para el crecimiento económico del Reino de Guatemala, por configurarlo como principal nodo comercial de una importante ruta interoceánica, que debido a múltiples dificultades no obtuvo el éxito deseado.

El entorno geográfico

5Puerto Caballos, denominado actualmente Puerto Cortés, se sitúa en las coordenadas geográficas 15° 50´ 43.54´´ de latitud norte y 87° 55´ 21.85´´ de longitud oeste en territorio de Honduras, para mejor ubicación ver mapa 1.

6

Decripción del Audiencia de Guatimala, 1575

7Las fuentes señalan que desde las primeras exploraciones españolas, la bahía de Puerto Caballos llamó la atención por sus favorables condiciones geográficas como “bahía buena para puerto5”, pero especialmente, por su ubicación estratégica de frente al Caribe, y por tanto, factible como punto de desembarque de los navíos provenientes de España. Fue también considerado como el puerto más cercano a Guatemala, además, de su relativa cercanía a los principales asentamientos hispanos e indígenas de las provincias aledañas. Pero su mayor relevancia estivaba en su potencial como puerto de entrada y salida de una ruta interoceánica.

Antecedentes históricos

8Si bien es cierto, la dominación hispana supuso un cambio radical en Honduras, en el caso de Puerto Caballos encontramos que algunos precedentes prehispánicos intervinieron en su delimitación, especialmente los que se refieren a sus antiguas rutas comerciales. Se sabe que la condición de periferia de otro sistema-mundo del entorno de Puerto Caballos no era novedosa, pues el valle de Sula –región histórico geográfica en la cual se ubica el puerto–, formó parte de los circuitos mercantiles de la economía-mundo mesoamericana, ya que era una de las principales proveedoras de cacao a la península de Yucatán. Sin embargo, ningún indicio apunta a que la bahía de Puerto Caballos gozase entonces de reputación alguna.

9La documentación también sugiere que los mercaderes yucatecos nunca hicieron de ese lugar un nodo importante de sus rutas mercantiles, aunque pasaban frente a su costa y continuaban por las arterias fluviales del valle de Sula hasta alcanzar sus más activos centros comerciales, como Naco y Zozumba, hasta donde llegaban las mercancías a hombros de porteadores nativos –los tamemes–. Semejante sistema implicaba un uso masivo de fuerza humana para transportar pequeñas cantidades de productos valiosos a cortas y largas distancias. Entre los bienes intercambiados destacaban el cacao, objetos de metal, plumas preciosas, sal de las costas yucatecas y esclavos. Cabe anotar que aunque algunos mercaderes extranjeros dispusieron de enclaves comerciales en el valle, el trasiego de mercancías no conllevó la sumisión de las unidades políticas locales a ningún otro poder. De manera general, ese era el contexto socio-económico sobre el que irrumpieron las primeras exploraciones hispanas a principios del siglo XVI6.
Con los europeos en escena, la percepción de la bahía de Puerto Caballos cambió diametralmente; un giro derivado de las características de las embarcaciones ultramarinas en el marco de la economía-mundo europea. A diferencia de las canoas indígenas, los veleros ibéricos, herederos de las tradiciones marítimas nórdicas y mediterráneas, eran naves de calado profundo, por lo que ni eran aptas para remontar ríos de escaso caudal, ni podían aportar en costas de aguas someras. Las naos, las carabelas y los galeones, así como otros navíos que cruzaron el Atlántico, requerían puertos de aguas profundas y tranquilas, y de ser posible, resguardados de vendavales y tormentas, una ecuación no siempre disponible en los territorios caribeños, pero en buena medida presentes en la bahía de Puerto Caballos.

10Las primeras referencias sobre la bahía, sugieren que su nombre lo impuso Gil González Dávila en 1524, cuando lo sorprendió una tormenta en la costa norte de Honduras mientras buscaba “el desaguadero del lago de Nicaragua, que él imaginaba había de estar por aquel rumbo7”. Gonzalo Fernández de Oviedo relató lo sucedido a González Dávila en los siguientes términos:

11…e assí se partió de aquesta cibdad aquel mesmo año con hombres e caballos; e tomó puerto en la gobernación del cabo de Honduras, quarenta leguas mas al occidente, en un puerto, a quien él nombró Puerto de Caballos, porque después quél ovo desembarcado los que llevaba, se murió uno dellos, e hízolo enterrar con mucho secreto, porque los indios no lo supiesen, ni viesen que los caballos eran mortales8”.

12Otra versión sugiere que la tempestad obligó a los hispanos a lanzar unos caballos por la borda a fin de aliviar el peso del navío9. En cualquier caso, el sitio fue bautizado con el nombre de Puerto Caballos, el cual continuó llamándose así durante todo el período colonial10.

13Las ciudades o espacios portuarios fueron fundamentales para la conquista. Por lo cual, Puerto Caballos fue de gran importancia especialmente porque en su entorno convergían dos importantes ríos: el Ulúa y el Chamelecón, que conducían al valle de Sula, una planicie que contaba con poblaciones populosas, y a la que Cristóbal de Pedraza describía como “…un valle muy ancho delante della, con un río de muchas frutas de ciruelas y guayabas y otras frutas de la tierra, está en parte donde se dan todas las cosas y darán11”. No cabe duda que para los españoles fuera fundamental asentarse en un lugar tan estratégico, pues favorecería la conquista de las tierras adyacentes, de su mano de obra nativa, y además posibilitaba el control del posible paso interoceánico. Según algunos documentos, en 1525, durante el viaje que Hernán Cortés hizo desde México a la provincia de Honduras para asegurarse el dominio de la zona, fundó el primer asentamiento ibérico en el entorno de Puerto Caballos: la llamada villa de la Natividad12, acontecimiento comunicado al monarca hispano en los siguientes términos:

14…buscando algún asiento para poblar en aquel puerto, porque es el mejor que hay en toda la costa descubierta de esta tierra firme, digo desde las Perlas hasta la Florida.

15Y quiso Dios que le hallé bueno y muy a propósito, e hice buscar ciertos arroyos y aunque con poco aderezo, se encontró a una y a dos leguas del asiento del pueblo, buena muestra de oro; y por eso y por ser el puerto tan hermoso y por tener tan buenas comarcas y tan pobladas, parecióme que vuestra majestad estaría muy servido en que se poblase13...

16De acuerdo con Bernal Díaz del Castillo, Cortés dictó medidas para poblar la villa, encomendando su organización “…a un Diego de Godoy y desde allí hizo dos entradas en la tierra adentro a unos pueblos cercanos14…”, con el propósito de fortalecer la presencia hispana en la zona. Sin embargo, como muchas fundaciones de la etapa de la conquista, la vida del asentamiento fue efímera, pues sus ocupantes agobiados por las inclemencias tropicales −que provocaban enfermedades−, la falta de sustento y además, la resistencia de los indígenas−; los españoles pronto se vieron forzados a abandonarla15.

17La década transcurrida entre mediados de 1520 y 1530, deparó confrontación y despoblamiento para la zona del valle de Sula16. Puerto Caballos funcionó principalmente como lugar de desembarco de las huestes empeñadas en conquistar la región y solo esporádicamente arribaban navíos con personas y mercancías destinadas principalmente a Guatemala, pues el grueso del comercio guatemalteco se hacía por Veracruz y en segunda instancia por Trujillo, que para entonces se había erigido como el puerto de mayor importancia de la provincia de Honduras. Sin embargo, el interés del ayuntamiento de Guatemala por que se habilitara Puerto Caballos fue una constante. El principal argumento esgrimido apunta a lo lejano, costoso y dificultoso que era el tránsito del comercio por Veracruz, y por lo “cercano y conveniente a la dicha provincia” de Puerto Caballos17. En resumen, en las primeras décadas de la incursión española en la zona, el puerto pervivió supeditado a los intereses regionales; como punto de entrada para conquistar las tierras de su entorno, o por su condición de puerto transatlántico y posible vía interoceánica.

18Las miras expansivas de Pedro de Alvarado, puestas siempre sobre objetivos más grandiosos, insertaron a Puerto Caballos en la búsqueda de la ruta a las islas Molucas, proyecto que por varios años contó con el beneplácito de la corona hispánica; fue así como Alvarado obtuvo del gobierno metropolitano los derechos para conquistar Naco y las poblaciones en torno a Puerto Caballos, –que se llevó a cabo en 1536–, pues era el camino por donde se esperaba abastecer a las poblaciones de españoles asentadas sobre la costa de la Mar del Sur, y para avituallar y proveer de armas a la flota que exploraría el Océano Pacífico18.
El descubrimiento y la conquista del incario y sus tesoros trastocaron el proyecto de exploración de la Mar del Sur, el cual se terminó diluyendo tras morir Alvarado en 1541. Un efecto secundario de las riquezas del Perú, fue consolidar la condición estratégica de la América Central, y en particular la de la gobernación de Panamá, por cuya zona fluiría buena parte del comercio entre la metrópoli y sus colonias americanas, un hecho que no pasó desapercibido entre los colonos de otras provincias que aspiraban apropiarse de semejante posición. Tal era el caso del ayuntamiento de Santiago de Guatemala y la gobernación de Honduras, que quería apropiarse de la ruta Puerto Caballos-Bahía de Fonseca.

Puerto Caballos como parte de una ruta interoceánica

19El interés de la corona hispánica por encontrar un paso interoceánico más sano y seguro que el de Panamá, favoreció la candidatura del camino entre Puerto Caballos y la bahía de Fonseca19. En 1523, Hernán Cortés instruyó a Cristóbal de Olid para que llegara a “Higueras” con la misión de que “…des que oviese desembarcado procurase poblar una villa en algund buen puerto, buscase oro y plata y que procurase de saber e ynquirir si avía estrecho o qué puertos abía en la banda del sur si a ella pasase20…”. Las incursiones fueron impulsadas por la corona española, como lo evidencia el que esta facultara a Pedro de Alvarado, el 20 de julio de 1532, para que estableciera dominio en la zona:

20Por cuanto el puerto de Cavallos e valle de Naco, no está acabado de poblar e conquistar es en la juredcion de la provincia de Honduras e porque somos informados que es tan necesario para que por él se provea la dicha provincia de Honduras e las otras a ella comarcanas por estar como está en la Mar del Norte donde pueden ser proveydas e bastecidas de todas las cosas que oviesen menenster y por donde nos libremente podríamos ser ynformados de las cosas desas partes e de las que sucediese en la otra mar del sur avemos acordado, conquiste, pueble e reparta los indios que pacificare21…”

21Uno de los primeros promotores de la ruta transístmica por Honduras, fue el gobernador de esta provincia Andrés de Cereceda, quien desde 1536, visualizaba a Puerto Caballos como un lugar estratégico para el comercio regional, dado su favorable ubicación geográfica y su cercanía a las diferentes villas y ciudades españolas, lo que a su juicio, posibilitaba el establecimiento de una red mercantil entre Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador. Con relación a ello Elizet Payne anota:

22La experiencia de Cereceda en la conquista, ocupación y reconocimiento de la Costa Caribe de Honduras-Hibueras fue trascendental, propuso la comunicación interoceánica desde Puerto Caballos hasta el Golfo de Fonseca, lo que significó, desde nuestro punto de vista, el principio de la marginalidad de Trujillo y Puerto Castilla y la mayor valoración adquirida por Puerto Caballos en el occidente. Este último puerto contaba con muchas ventajas: 1.un extenso y fértil hinterland bañado por los caudalosos ríos como el Chamelecón y el Ulúa, 2. la cercanía de Guatemala, 3. La mayor concentración de la población indígena22.

23Cabe anotar que aunque se tenía claro conocimiento del valor estratégico del puerto, el dominio colonial no se concretaba debido a la resistencia de los indígenas, razón que impulsó al gobernador de Honduras Andrés de Cereceda a solicitar el auxilio de Pedro de Alvarado, a la sazón empeñado en “pacificar” las tierras guatemaltecas. En 1536 Alvarado y su hueste llegaron al valle de Sula, acompañados de un nutrido grupo de indígenas y esclavos como milicias auxiliares, y lograron doblegar la resistencia de Zozumba, −principal cacique indígena de la región−, y con ello aseguraron el control de la zona. Como parte del trato, Cereceda renunció su cargo a favor de Alvarado23, quien tras asumir la gobernación de Honduras fundó la villa de San Pedro de Puerto Caballos el 27 de junio de 1536 a ocho leguas del puerto, en la cercanía del pueblo indígena de Tholoma24. En palabras del conquistador:

24…por que conviene al serbicyo de su majestad y el bien de la tierra e aumento de sus rentas reales que aya villas e cibdades en esta diha gobernación y que se pueblen donde aya disposición e serbycio de indios especialmente en esta parte del Puerto de Caballos combiene hacerse una villa ansy para que los mercaderes tratantes y otras personas que al dicho puerto con sus navíos vinieren hallen a qyen bender sus mercaderias y cosas y con quyen contraten y en ello aya el buen recaudo que convenga…(III).. desta gobernación con los reynos de Spaña y de las yslas como en la dicha gobernación de Guatimala que tan serca de aquí está y para que su majestad pueda ser mejor ynformado de las cosas del mar del sur por este camino que tan breve es para España ha acordado e acuerda de mandar hazer y fundar como al presente haze25…”.

25Con la fundación de la villa de San Pedro, Alvarado perseguía varios propósitos, entre los cuales destaca la estrategia de fundarla en el hinterland del sitio portuario para favorecer su desarrollo, y consecuentemente fortalecer el proyecto interoceánico, hechos que explican por qué el puerto quedó bajo la jurisdicción de la nueva villa. En todo caso, la fundación de San Pedro fue un hito importante, por cuanto pronto se convirtió en una población principal para el tráfico mercantil, y prosperó como residencia de los funcionarios reales, y como sede administrativa de los indígenas del valle, y de la administración del puerto, cumpliendo además el papel de nodo del tráfico terrestre entre el puerto y Guatemala. Cabe anotar que Alvarado no se ocupó de la administración de Honduras de forma inmediata debido a que emprendió viaje a Castilla, su lugar lo ocupó Francisco de Montejo. Este y otros personajes continuaron impulsando el paso interoceánico entre Puerto Caballos y la bahía de Fonseca.

26Todo parece indicar que la nueva situación de Puerto Caballos, favoreció la propuesta interoceánica y viceversa; una circunstancia que los funcionarios de Guatemala y de la gobernación de Honduras, aprovecharon para promoverla ante las más altas instancias del imperio. Entre sus principales promotores destacaron el obispo de Honduras Cristóbal de Pedraza26, el obispo de Guatemala Francisco Marroquín y el gobernador Francisco de Montejo. Para el caso, el obispo Marroquín en una carta dirigida al emperador el 10 de mayo de 1537 anotaba:

27Ansimismo hasta agora se ha proveído la cibdad de Guatimala, por la Veracruz que hay trecientas leguas (…) el camino por tierra muy fragoso y peligroso por los muchos ríos y aguas donde peresce mucha gente. Toca a la provisión de la ciudad desta el Puerto de Caballos, muy buen puerto y (a) ochenta leguas de la cibdad de Guatimala y el camino muy bueno, y se puede adobar para que vengan carretas y harrias. Ansimismo debe vuestra magestad mandar que la gente que acá tiene de pasar, venga por esta Nueva España o por Puerto de Caballos y no por Nombre de Dios, que es sepultura de todos27…”

28Por su parte, el ayuntamiento de Guatemala hacía denodadas diligencias para alcanzar su objetivo; en una carta daba ede adobar para que vengan carretas y harrias. Ansimismo debe vuestra magestad mandar que la gente que acá tiene de pasar, venga por esta Nueva España o por Puerto de Caballos y no por Nombre de Dios, que es sepultura de todos27…â€