Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica

1Con Alicia. Explorando la identidad de una joven maya. Ixcán, Guatemala, el reconocido antropólogo y jesuita Ricardo Falla introduce un nuevo género en el panorama literario de Guatemala: la literatura para adolescentes, más aún: la literatura para adolescentes basada en la realidad y el contexto nacional, rural e indígena.

2El libro inicia recordando la historia de Ixkik’, descrita en el libro sagrado de los Maya K’iche’s, el Pop Wuj. La joven Ixkik’, hija del señor del inframundo Xib’alb’a queda embarazada a través de la saliva de una jícara, escupida en su mano, representando la jícara la calavera de un héroe mitológico y enemigo de Xibalba. Condenada a la muerte por su padre, Ixkik’ logra convencer a los alguaciles que la dejen sobrevivir y sube al mundo terrestre. La joven logra encontrar a su suegra quien la recibe con reservas, así que Ixkik’ tiene que luchar por ser reconocida por ella.

3Esta joven y su historia sirven de marco referencial para la historia de una joven actual: la guatemalteca Maya Kanjobal Alicia, retornada desde el exilio mexicano y madre soltera al tiempo de las entrevistas con Ricardo Falla. Para entender la identidad de Alicia, explica Falla, ayuda conocer algunas teorías antropológicas y sicológicas sobre la identidad, la cual se concibe como algo fluido, como un proceso, de múltiples facetas, construyéndose a través de las interacciones entre el individuo y su entorno. El autor hace énfasis en el rol activo de los jóvenes, en su capacidad de influir en su entorno, sin desconocer que estos procesos complejos incluyen fases de profunda crisis.

4La primera parte de la biografía, “Alicia, construcción de una identidad” se basa en una encuesta hecha por la parroquia Candelaria de los Mártires, Ixcán, y en una primera entrevista llevada a cabo a finales del año 2002 con Alicia. Esta entrevista no fue grabada sino solamente documentada por notas tomadas a mano. La mayor parte de este capítulo está escrita en tercera persona, o sea, es Falla quien narra la historia de Alicia e interpreta las pocas citas directas de ella en el texto. Alicia nació en el Ixcán en 1981, en una región poblada poco a poco por cooperativistas de diferentes regiones del país desde la segunda mitad de la década de los años 60 del siglo pasado. Ya siendo una zona bélica, es el año 1982 que se da la mayor cantidad de masacres contra la población civil en esta región, y la familia de Alicia logra huir a México. La entonces niña crece en los campos de refugiados guatemaltecos en Chiapas y más tarde en Campeche. Alicia, como muchas jóvenes hasta hoy en día, se asusta de su primera menstruación, que le viene sin ninguna información previa, y sin una base de comunicación sobre este tema con su madre. El cambio de la niñez a la adolescencia implica, aparte de los cambios fisiológicos, el aumento de los trabajos domésticos, un creciente deseo de conocer mejor el mundo fuera de la casa parental, y el incremento del control por parte de sus padres. El único escape de este control es la escuela, y es también ahí donde tiene un primer noviazgo secreto. Al ser este descubierto por sus padres, la joven sufre de su represión y violencia. Poco después, la familia toma la decisión de regresar a Guatemala y obligan también a Alicia a “regresar” a este lugar desconocido junto con otros familiares. Llegando al lugar de los sueños de sus padres, les toca vivir en galeras y casas provisionales, y no hay escuela para el nivel escolar de la joven. Alicia logra un reencuentro con su novio y resulta embarazada, pero el muchacho niega a responsabilizarse por el niño por nacer. En esta situación de crisis profunda Alicia opta por no abortarlo, y sus hermanas radicadas en México intervienen en el asunto familiar ofreciendo apoyo. El parto de la hija de Alicia se da casi en secreto, y la joven necesita tiempo para aceptar su situación de madre soltera y mostrarse con su hija en la comunidad. Explica que es su fe en dios que le da consuelo en esta fase difícil. Las hermanas en México la apoyan para que siga aprovechando las nuevas oportunidades de estudio en la aldea, y Alicia resulta ser muy buena alumna que también es elegida para un viaje de intercambio a Europa.

5La segunda parte del libro, “Alicia, identidad e identidades” se basa en dos entrevistas con la joven, grabadas a inicios del año 2003 y ahora vemos más citas directas de la joven que en la primera parte. El autor intenta desenredar los diferentes aspectos de la identidad de la joven: ella sigue dependiendo económicamente de su familia de descendencia y vive con ella, anhela poder capacitarse como enfermera, rechaza una identidad rural basada en la agricultura, siente ambivalencia frente a su pertenencia ixcaneca y guatemalteca, es indígena orgullosa por su descendencia, desea mantenerse neutral frente a la historia bélica de su país y siente dudas y ambivalencias frente a la política nacional. Reflexiona sobre la influencia de diferentes clases de amistades en su personalidad e historia, es orgullosamente presidente de la asociación de estudiantes del instituto donde estudia, siente aspectos importantes de su identidad reflejados en una gran variedad de música, rechaza la idea de emigrar “al Norte”, y su identidad religiosa es ambivalente. De estos aspectos elaborados en las entrevistas, Falla agrupa temas claves para la identidad de la joven. Entre las identidades bien elaboradas figuran 1) su identidad muy fuerte de madre soltera, 2) su identidad como miembro de su familia de descendencia, 3) una convicción profunda de mujer independiente de un esposo, 4) y su identidad estudiantil.

6En sus conclusiones, el autor explica que el embarazo precoz de las jóvenes no solamente es un acto de pasión sino también se puede interpretar como una forma de protesta contra el control excesivo de los padres. Además, son los jóvenes quienes logran, a través de su manejo de las redes familiares transnacionales, hasta cierto grado eludir la autoridad patriarcal en los hogares. En la construcción de las identidades influye la globalización, no solamente a través de la tecnología de comunicación, sino también afectando de manera negativa la sostenibilidad del campesinado. Falla elabora dos escenarios posibles del desarrollo de la joven, expresados en dos distintas cartas ficticias mandadas desde el año 2015: en la primera versión, la joven volvió con el padre de su hija quien ahora trabaja para una empresa petrolera transnacional. Mientras que el esposo quiere extraer petróleo en el Ixcán, Alicia siente mucha ambivalencia y descubre el movimiento maya feminista. En la segunda versión, Alicia hereda terreno de su padre y descubre su interés por la agricultura. Funda una asociación de mujeres agrícolas y logra mejoras en la región. Falla invita a los jóvenes lectores de su libro a elaborar sus propias cartas desde el futuro.

7En su anexo, el antropólogo explica su método de investigación y presenta algunas teorías sobre identidad a sus lectores. De tal manera, explica de manera atractiva reglas y concepciones sobre una investigación en ciencias sociales a un público ajeno al mundo académico.

8Ricardo Falla, conocedor reconocido del Ixcán y cronista de su historia¹, pone la historia de esta región paradigmática de Guatemala al alcance de los jóvenes lectores, introduciendo también a personalidades como Monseñor Gerardi, el padre Guillermo Woods o Rigoberta Menchu, todos ellos admirados por Alicia. Dada la falta de educación política e histórica de los jóvenes, este libro se propone llenar un vacío enorme.

9Falla invita a sus lectores a separar el tema de la sexualidad y de los embarazos precoces de interpretaciones basadas en la doctrina católica, para que interpreten estos fenómenos como actos de resistencia y rebelión contra la autoridad parental. En contraste, no profundiza mucho en su análisis de la religiosidad de Alicia. Al contrario de su obra Quiché Rebelde², en este libro Falla no sobrepasa su posición de padre católico e interpreta a la joven desde esta posición cuando ella le habla de dios o de diosito.

10Si comparamos la visión política de Alicia con la realidad de las elecciones del año 2011, vemos que la admiración que Alicia siente por Rigoberta Menchú no es compartida por muchos compatriotas. Sin embargo, el Ixcán, siendo una región sumamente afectada por la guerra civil, forma parte del gran número de municipios donde no ganó el candidato Otto Pérez Molina, acusado de ser responsable del genocidio contra los Mayas Ixiles durante su mando como “comandante Tito” en el departamento del Quiche³. Por otro lado, los procesos electorales dentro del Instituto Maya Guillermo Woods, de los cuales Alicia sale como Presidenta de la Asociación de Estudiantes, muestran algunas estructuras parecidas a las elecciones oficiales: los estudiantes forman sus grupos, presentan sus planes de trabajo, y se procede a las elecciones (pág. 158). Después estos grupos se disuelven, cuenta Alicia que ya ni se recuerda del nombre de su partido (pág. 159) y que después del año ya no sigue en el mismo partido (pág. 160). De manera parecida, los partidos políticos en Guatemala se distinguen poco por su ideología (en el caso de ellos, neoliberal y autoritaria), y se pueden describir como grupos formados alrededor de un líder. Se disuelven con facilidad, y los seguidores cambian su partido con alta frecuencia, un fenómeno descrito como “transfugismo⁴”. Mientras que el autor interpreta este fenómeno en el instituto como el concepto de la “rotación de la cultura maya” (pág. 159), parece que refleja más la influencia de un sistema democrático disfuncional que un sistema político alternativo.

11Llama la atención el hecho de que el autor no tome una posición clara en contra de los abusos físicos intrafamiliares e incluso los empequeñece con sus interpretaciones. Explica la intervención de la madre cuando el padre pega a la hija hasta tirarla al suelo y arrastrarla de la siguiente manera: “Según lo que la madre piensa que debe ser un padre, él no le debe pegar a la hija, al menos, no en la forma irracional en que lo está haciendo” (pág. 29), pretendiendo que la madre está en contra de la violencia física. Pero de hecho, solamente tres páginas antes, la joven cuenta que “me empezaron a pegar, me pegaron bastante y no me dejaban salir” (pág. 26), describiendo la violencia también sufrida por parte de la madre. En sus conclusiones, Falla explica que “[t]ampoco hemos querido minusvalorar a su padre u ofenderlo, pues, como la mayoría de nosotros, es hijo de una cultura “paternalista”. Si en el análisis han aparecido críticas a su proceder, no están dirigidas a su persona, a quien conocimos antes que Alicia y estimamos, sino a la cultura que genera tales conductas” (pág. 211). Parece que las relaciones personales con el agresor inhiben al autor, que no toma una posición clara contra la violencia doméstica, haciendo lo que Leti Volpp llama “acusar la cultura por el mal comportamiento de sus representantes”[5]. En sus descripciones de la familia, el autor tampoco toma en cuenta las relaciones de poder entre el padre y la madre de Alicia, y nos quedamos con la duda de saber si el padre somete a su esposa a la misma violencia que a sus hijos.

12En resumen, el libro ofrece un acercamiento a las realidades de jóvenes retornados a Guatemala, a sus historias y sus experiencias. Además, se dirige a los jóvenes mismos, un público estigmatizado y pocas veces tomado en cuenta en Guatemala. Además, sobre todo en los cascos urbanos de Guatemala, muchos jóvenes y tal vez también sus padres no tienen conocimientos sobre la historia de la guerra civil en su país, una historia que ha afectado a muchas personas sobre todo en el área rural. Dadas estas circunstancias y la situación actual política de Guatemala, es de esperar que Alicia. Explorando la identidad de una joven maya. Ixcán, Guatemala tenga muchos lectores en su país.

13Eva Kalny, Leibniz Universidad Hanover.

14¹ Ricardo Falla, Masacres de la selva. Ixcán, Guatemala (1975-1982) (Guatemala: Editorial Universitaria Guatemala, 1992), entre otros.

15² Ricardo Falla, Quiché rebelde. Estudio de un movimiento de conversión religiosa, rebelde a las creencias tradicionales, en San Antonio Ilotenango, Quiché (1948-1970) (Guatemala: Editorial Universitaria de Guatemala, 1995 [1974]).

16³ Todos los resultados se pueden revisar en http://resultados2011.tse.org.gt/##

17⁴ InSight Crime analiza los procesos dentro de los partidos políticos y sus relaciones con el crimen organizado, y Mack y Lopez Arrivillaga analizan las conversiones frecuentes de los diputados entre diferentes partidos: InSight, Grupos de Poder en Petén: Territorio, política y negocios (Washington, Bogota: Insight Crime, 2011). Mack, Luis Fernando, y Mario López Arrivillaga, El transfugismo parlamentario (Guatemala: Editorial Serviprensa, 2005).

18⁵ Leti Volpp, “Blaming Culture for Bad Behaviour”, en Yale Journal of Law & the Humanities nº12(89) (2000), págs. 89-116.

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