Ficha n° 1870

Creada: 13 abril 2008
Editada: 13 abril 2008
Modificada: 25 abril 2008

Estadísticas de visitas

Total de visitas hoy : 7
Total de visitas : 5698

Autor de la ficha:

José Armando HERNÁNDEZ SOUBERVIELLE

Editor de la ficha:

Haroldo RODAS

Publicado en:

ISSN 1954-3891

Plata novohispana en la Basílica de San Juan de Dios de Granada

Perdido entre cartas y documentos varios, se encuentra un impreso del s. XVIII existente en la biblioteca Ricardo B. Anaya de San Luis Potosí (México), que perteneció a la orden hospitalaria de san Juan de Dios y en el cual se refieren las cuentas y gastos realizados por el padre General de la Orden, fray Alonso de Jesús Ortega, en la obra del convento de Granada, lugar donde reposan los restos mortales de su fundador, San Juan de Dios. El documento tiene la virtud de que entre cuentas y números, describe con lujo de detalle la arquitectura, los materiales, el mobiliario, así como piezas de arte que engalanaron la basílica granadina en el momento de su fundación; pero, más importante aún, es la referencia que se hace de los ornamentos provenientes del Nuevo Mundo, en particular los enviados por la Provincia del Espíritu Santo, que abarcó durante los siglos XVII y XVIII a México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Salvador; destacándose entre éstos, la Urna de Plata que contiene las reliquias del santo juanino, en la cual se ve reflejada no sólo la riqueza del material extraído de este lado del Atlántico, sino la mano de obra de los plateros novohispanos. La excepcional aportación americana, no sólo se limitó a la hechura y coste de la urna, que por otro lado supone uno de los elementos más significativos de la basílica; de Nueva España se mandó una parte considerable de reales pare el coste de construcción de la iglesia. Así, la iglesia y la urna de Granada se convierten en suspiros artísticos de la riqueza del pasado novohispano, y el documento referido, en una fuente primaria muy importante para la historia del arte, en particular de la orden de San Juan de Dios en el Viejo y el Nuevo Mundo.
233
Autor(es):
José Armando Hernández Soubervielle
Fecha:
Abril de 2008
Texto íntegral:

1De entre la riqueza bibliográfica y acervo documental que posee la Biblioteca Ricardo B. Anaya de la ciudad de San Luis Potosí, se encuentra un libro del siglo XVIII muy interesante en cuanto a su contenido histórico1 . Es una compilación de varios impresos de carácter eclesiástico reunidos en un tomo cosido y forrado en piel; una miscelánea de cartas, comentarios, cuentas, etc., principalmente impresos de algunos de los escritos de Francisco Antonio Lorenzana, quien fuera Arzobispo de México (1766-1772) e impulsor entre otras cosas de la extracción de la Compañía de Jesús en tierras novohispanas. El volumen curiosamente tiene una portada interior pintada a mano con el lema de la Compañía de Jesús y en la siguiente el monograma de la congregación, bajo el cual se aprecia – también escrita a mano – la fecha de 1784 y la referencia a Madrid, esto nos hace suponer que el documento probablemente perteneció a un colegio jesuita español, aunque no lo podemos comprobar ya que el canto superior del volumen ha sido mutilado, acaso para borrar toda evidencia de la marca de fuego.

2 Entre los documentos contenidos en este volumen, se encuentra también un impreso de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, fechado en 1746 (Fig. 1), compuesto de 52 folios, en que se certifican los aumentos, gastos e inversiones hechos por el padre General de la Orden, Fray Alonso de Jesús Ortega, en los conventos de Granada, Priego y Sevilla (todos en Andalucía), durante el tiempo que fue prelado de dichos lugares. Este documento es muy importante ya que consigna no sólo noticias, cuentas, referencias y permisos, sino que además se adentra en el mundo del arte a través de descripciones detalladas de los edificios y el origen novohispano de algunos de sus ornamentos, materiales y recursos, convirtiéndose en una fuente primaria muy importante para la historia del arte respecto de la orden de San Juan de Dios en España y Nueva España, en la cual sabemos jugó un papel fundamental al fundar en la hoy América hispana, la Provincia del Espíritu Santo, que abarcó durante los siglos XVII y XVIII, México, Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Salvador, incluso Cuba y parte de la costa de Venezuela; lugares todos en los que dejó constancia de su vocación de servicio para con los enfermos al fundar hospitales y conventos destinados para la ayuda y de los que también extrajo recursos para llevar a cabo y consolidar sus obras materiales. El documento que contiene dicha relación administrativa, que en realidad es una adición dentro de la miscelánea de cartas escritas por Francisco Antonio Lorenzana, resulta de mucho interés para la historiografía del arte ya que contiene un meticuloso análisis arquitectónico y ornamental, tal como lo fue el _Festivo aparato con que la provincia mexicana de la Compañía de Jesús celebró en esta Imperial Corte de la América Septentrional, los inmarcesibles lauros y glorias inmortales de San Francisco de Borja_…, impreso de 1672, de autor anónimo, que trataba también de una minuciosa descripción de la transformación que tuvo el retablo principal de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en México2 con motivo de las fiestas de canonización del santo jesuita, siendo ambos impresos una muestra clara del meticuloso y detallado mundo barroco.

3 El impreso juanino muestra en la parte superior de su frontispicio un grabado de san Juan de Dios con hábito de la orden hospitalaria, coronado de espinas, portando un crucifijo en la diestra, y junto a él el bordón, la capucha y el cesto que también lo distinguen; el frontis tiene una cenefa doble y dentro de ella, se aprecia con letra romana el siguiente título:

4Certificación dada por el R.P. Fr. Bartholome de la Peña, difinidor, y secretario/ general de la religion de N.P.S. Juan de Dios, de los gastos, que N. Rmo. P. General Fr. Alonso de Jesús y Ortega, ha tenido, y pagado en las obras de / enfermería, y otras del Convento de Granada, y limosnas dadas à los demás de / estas Provincias. / Razón de el Estado de la Obra de la Iglesia: / Alhajas, que para su estreno, y / colocar en el Camarín quedan:/ Privilegios concedidos à la Religion por la Santa / Sede, en / Tiempo de su Rma. / Fundaciones, que se han hecho, y otras cosas, que / Redundan en credito, y estimacion del Santo Avito. / Su fecha 15 de Septiembre de / 1746. / Está comprobada por la comunidad de dicho / Convento de Granada, y / firmada de sus Religiosos, en / Que testifican ser cierto quanto en ella se expressa. / Impresso en Granada por Joseph de la Puerta.

5

frontispicio
frontispicio

6 Este ejemplar, bastante bien cuidado, da cuenta de los asuntos relativos a las obras, permisos, cuentas y adecuaciones hechos a los conventos de San Juan de Dios en Granada, el convento de Sevilla y el de Priego, ordenados por fray Alonso de Jesús Ortega. Este fraile juanino nacido en Lucena (Córdoba, España) fue General de la Orden Hospitalaria3 en la época que esto se escribía (1746), fue también proto-notario apostólico y ministro del Santo Oficio de la Inquisición4 ; convirtiéndose así en una figura determinante en el mundo eclesiástico andaluz y fundamentalmente en la orden hospitalaria, así como un gran promotor de obras artísticas y pías, como lo demuestra el hecho de que en 1747 patrocinó la remodelación a fundamentis5 , de la iglesia y hospital de San Juan en su ciudad natal6 . Su interés por el arte al servicio de la Obra queda establecido de forma explícita en el propio impreso, ya que en éste podemos observar con todo detalle los “aumentos” hechos a los conventos ya mencionados en el título y que pueden resumirse de la siguiente manera: En el convento de Priego, acondicionó la iglesia con rejas en los coros, canceles, puertas nuevas, pilas de agua bendita, enladrillado de la iglesia, colocó altar con un retablo aderezado con lienzos dedicados a San Juan de Dios en los cuales se encontraba la vida del santo “_pintada con mucha curiosidad_”. Construyó la capilla de San Francisco de Paula, hermoseó las capillas de Nuestra Señora de Belén y la de San Vicente Ferrer; puso púlpito nuevo, aumentó la sacristía, consolidó el claustro del patio; más ropajes y enseres para la iglesia y la vida cotidiana del convento7 . Respecto del convento de Sevilla quedan manifiestas sólo adecuaciones y aumento de menaje para el uso litúrgico8 . Finalmente el convento e iglesia de Granada, los cuales deben todo su esplendor al patronazgo del fraile juanino, y es justamente de lo hecho en éste, donde encontramos los datos de mayor interés histórico y artístico que pueden servir de referencia para la obra hospitalaria en Nueva España.

7 De lo descrito acerca de las obras realizadas en Granada destacamos dos hechos fundamentales: el primero de ellos es que contiene una descripción minuciosa de la obra de la iglesia, en la que quedan manifiestas las características de la portada, de las torres, cúpula, nave, presbiterio y demás elementos tanto compositivos como ornamentales que, en líneas siguientes trataremos con detenimiento. El segundo hecho en importancia es que deja establecida la procedencia de la urna en la que se contienen los restos de san Juan de Dios, patrono de la Orden Hospitalaria y cuya hechura se le ha venido asignando al maestro platero español, natural de Ginés, Miguel de Guzmán9 y que al parecer fue tan sólo el artífice de las adecuaciones hechas a la urna original fabricada en el Nuevo Mundo. Importa en lo particular el párrafo que habla sobre esta urna y para hablar justamente de ella, debemos iniciar con la descripción que se hace del espacio que la contiene para comprender todo el fasto que se preparó para recibir las importantes reliquias del santo fundador; es decir, analizar el continente y enseguida el contenido.

8 En la parte que versa sobre el convento y la iglesia de Granada existen una serie de apreciaciones arquitectónicas de la iglesia así como de sus ornamentos; podemos intuir que el redactor, fray Bartolomé de la Peña, fue un conocedor empírico, pero claro, de la arquitectura. El primer párrafo anuncia ya el tenor del documento:

9Obra de la iglesia, camarín, sacristía, y panteón hasta el estado en que oy se halla.
Primer cuerpo de la portada.
Asimismo certifico, que he estado Administrando hasta Marzo de este año los recibos, y gastos, que ha tenido la magnifica Obra de Iglesia, que à solicitud, y cuydado de dicho nuestro Rmo. Padre General, se està haziendo en esta primitiva Casa de Granada, assi para dar mejor Culto à la Majestad de Jesús Sacramentado, como para sacar del hueco de la pared en donde se hallan las Reliquias de nuestro Santo Padre, cuya Obra tuvo principio en el dia diez de Diciembre del año antecedente de 1734, en el que su Rma. era Prelado de este Convento, y và prosiguiendo, la qual se halla en terminos de concluirse, y serà de las mejores, que tenga esta Ciudad, en superior, y hermosura, y la Portada no avrà otra en el Reyno que le iguale, siendo toda ella de piedra dura de la Sierra de Elvira, y se compone su pie de bazas, netos, y cornizas, para dar principio à el primer cuerpo, en el que està la puerta principal, y en la clave del arco el Escudo de la Orden, tallado primorosamente, su alto de todo el golpe vara, y media con la Fè por remate, y en las enjutas la Esperanza, y Caridad: à los lados se hallan dos postigos, y encima sus nichos, en los quales estàn el Señor San Rápael, y el Señor San Gabriel, de cuerpo entero, y de piedra mármol, y por remate encima de las conchas sus cornizas, y un frutero de vara de alto con dos chicotes teniendolo, tambien de piedra blanca: quatro columnas de cinco varas de alto, cada una sobre las bazas, y sus capiteles tallados , como estàn los de las pilastras, y estas con nueve embutidos de piedra verde cada una: sigue el alquitrabe, y friso de media vara de alto cada uno, y este con diez y nueve embutidos blancos todo èl, con molduras de piedra negra, y después la cornisa, que guarnece dicho cuerpo, excepto lo de en medio, que tiene dos frontis para adorno à el principio del nicho, en el que se halla una repisa de piedra blanca, tallada con dos chicotes de escultura à los lados, teniendo antes por tarimilla otra repisa de piedra parda tallada, y en medio un pecho de piedra blanca, con el letrero de hazer bien para nosotros mismos, y sus chicotes à los lados10 .

10 Ya en esta primera descripción encontramos una serie de datos muy interesantes. El primero de ellos es la fecha exacta de inicio de obras de la que sería nueva iglesia del convento hospital en Granada: 10 de diciembre de 1734. Esta iglesia, encargo de fray Alonso de Jesús Ortega, fue diseñada por D. José de Bada y Navajas11 y se concluyó hasta 175712 . El padre Ortega, no escatimó en gastos; todo lo descrito del primer cuerpo nos anticipa ya la riqueza de materiales: mármoles, piedras embutidas en las pilastras y piedras diversas para la portada, la cual, prometía ser “_de las mejores, que tenga esta Ciudad, en superior, y hermosura, y la Portada no avrà otra en el Reyno que le iguale_…”. La iconografía del primer cuerpo también nos es revelada en este texto: Fe, Esperanza y Caridad, las tres virtudes teologales, rodeando el escudo de la orden hospitalaria; enseguida un par de esculturas de cuerpo completo de los arcángeles Rafael y Gabriel; el primero hermano mayor de la orden de san Juan, cuyo nombre está relacionado con la curación y salud, y el segundo relacionado directamente con el mensaje más importante para el mundo cristiano: el nacimiento de Jesús encarnado en María. En la fiesta de la dedicación de la iglesia, fray Alonso Parra y Cote, hace mención del título con que fue consagrada: “templo de la Purísima Concepción de Nuestra Señora del Sagrado Orden de la hospitalidad de Nuestro Padre San Juan de Dios13” , con lo que la presencia de san Gabriel, mensajero de la Purísima Concepción de María, es más que coherente. El texto continúa con la descripción de los elementos y características del segundo cuerpo de esta portada:

11Segundo cuerpo de la portada.
sigue el segundo cuerpo, que tiene un soclo de piedra baza, netos, y cornisas, y encima las bazas sobre que cargan otras quatro columnas, tambien de cinco varas de alto con sus capiteles, estos, y los de las Pilastras tallados, y estas con sus embutidos; en medio se forma el nicho para nuestro Santo Padre, que se compone de ocho pilastras, quatro blancas, y quatro negras, talladas de primor, y sus capiteles, con su concha astreada, y por remate una cabeza de un tymbanillo, con un superior golpe de talla, y en las enjutas dos figuras de piedra de medio relieve, el alto del nicho es correspondiente à la Imagen de nuestro Santo Padre, que està colcocada en el de tres varas sobre la repisa blanca, todo de piedra, y hechura muy superior, y à satisfaccion de los mejores inteligentes, entre las columnas por baxo se hallan dos piedras de à vara, y media en quadro blancas, y en ellas escrito el año que se hizo la portada, con otras cosas, guarnecidas de molduras negras, y despues dos medallas de tres varas de alto de piedra blanca, en la una se halla el Señor San Ildefonso recibiendo la Casulla de nuestra Señora, y en la otra el Martirio de Santa Barbara, demàs de medio relieve, y de buena hechura, y por remate dos claraboyas, con su tocadura de moldura rehundida, y porcima de los capiteles sigue el alquitrabe,el friso, y cornisa, segun, y como el del primer cuerpo, y enmedio dos frontis grandes para conclusion de dicha cornisa, y dexa sitio donde está una lamina ovalada de piedra blanca de vara, y media, y en ella la Imagen del Salvador del Mundo de mas de medio relieve, con moldura de piedra negra, y siguen dos barandillas à los lados, con balaustres de piedra blanca, y sus remates en los soclos porcima de los capiteles, y al medio concluye con la Granada, Estrella y Cruz de alto de quatro varas, todo de piedra:[14] .

12 En este segundo párrafo es evidente lo que ya se apuntaba respecto del primero: los materiales empleados pero sobre todo el trabajo sobre ellos, manifestaban una calidad de “_hechura muy superior y à satisfaccion de los mejores inteligentes_”. En este segundo cuerpo el mensaje iconográfico es una continuación del primero, puesto que siguen exaltándose los atributos de la Purísima Concepción de María; así, es que aparece en uno de los medallones que flanquean la escultura de san Juan de Dios, san Ildefonso, obispo de Toledo, quien en vida fuera uno de los más fervientes defensores de la virginidad de María, razón por la cual, según cuenta la tradición, la propia Virgen María bajó para obsequiarle una casulla de uso litúrgico; tal y como se representa en el medallón izquierdo. En el otro flanco aparece santa Bárbara, mártir de los primeros años del cristianismo, a quien según la leyenda, su padre encerró en su castillo para obligarla a la apostasía; habiéndose negado a ello, el padre la asesinó y éste a su vez fue castigado al ser muerto por un rayo; en la portada de san Juan esta escena es la que se representa: santa Bárbara victimada por el padre en el momento que un rayo, cual castigo divino, desciende de una nube que corona el medallón. Pruebas de fe y amor a la iglesia quedan representadas en esta portada. Entre estos medallones, como ya se anticipó, encontramos una escultura de san Juan de Dios, la cual según palabras del redactor y, como podemos confirmar aún hoy en día, se trata de una muy buena talla del santo de la Orden dentro de un nicho con venera rematándolo. San Juan de Dios, presidiendo la portada, nos anticipa que se está en la morada de los restos mortales del santo de origen portugués que realizó su labor con los desamparados en la ciudad de Granada. Dentro de la descripción de este segundo cuerpo, se encuentra la del remate de la portada, la cual es presidida por Dios Padre dentro de un medallón, flanqueado por una barandilla abalaustrada, muy común en su momento. Finalmente un remate con la granada, símbolo de la ciudad pero sobre todo de la Orden Hospitalaria.

13 El siguiente elemento descrito en el impreso son las torres, es importante que se mencionen en el documento ya que tanto la portada como las torres en par y de un solo cuerpo – poco común en las construcciones andaluzas – conservan una esquematización muy renacentista aunque un programa y una concepción muy barrocas:

14A los lados de dicha Portada, estàn dos Torres de piedra de Alfacar, hasta el medio de ellas, en donde se hallan dos balcones de hierro, y cada uno tiene su portada de piedra Jaspe, cornisa, y remates para su mejor hermosura, despues siguen con piedra de la Puente Cuvilla, su color doradito, y el cuerpo de Campanas, tallado con el mejor primor, y en las quatro ochavas de las Tores (sic), sobre un arbotante se halla puesto un Angel de la misma piedra, su alto cinco quartas, y en todos son ocho; cada Torre tiene quatro balcones de hierro con otro tantos huecos para Campanas, y el chapitel hecho à la moda de los de Madrid, todo de pizarra, que para su colocacion traxo de Carboneros, quatro leguas mas allà de Segovia, y el maestro, que las armò vino de Toledo: tienen por remate una bola de cobre dorado, Veleta, y Cruz de hierro, correspondientes à la altura, doradas y pintadas15 .

15 Nuevamente se aprecia la distinción de los materiales en esta descripción, aunque más interesante aún es la comparación que hace de los chapiteles que rematan las dos torres: “_hecho à la moda de los de Madrid_”, con lo cual podemos inferir una construcción hecha de acuerdo a ciertos gustos y novedades de la sede del reino, así como la utilización de mano de maestros de reputada fama para la confección de una magnífica obra que enaltecería los más caros preceptos hospitalarios aunque cuestionaría la pobreza de la que hacían fama. Ocho ángeles resguardan las torres, cubriéndose así los cuatro puntos cardinales y ocho balcones permiten que la “voz” de las campanas resuene a los cuatro vientos a su vez. Enseguida nos habla de la cúpula y de sus características ornamentales y arquitectónicas, lo que, como se ha dicho, nos demuestra que quien redactó el original de este impreso conocía del arte de construir:

16Media naranja por defuera.
La iglesia se halla cogidas las aguas dias hà, con una media naranja muy hermosa, por de fuera està guarnecida con diez y seis netos, y encima de cada uno una Estatua grande de piedra franca: toda la copula cubierta de tejas verdes, y blancas, los ochavos de la linterna (que es bien grande) alicatados de azulejos, y el chapitel hermano de las Torres, tambien de pizarra con su bola dorada, Cruz, y Veleta correspondiente, y à las quatro esquinas de los machones de arcos torales (que hazen unas plazetas bien grandes) estàn quatro netos de tres varas de alto, y sobre cada uno una figura de piedra de mas de otras tres, y otras quatro en distintos remates del Presbiterio, y todo lo demàs tejado con teja ordinaria, excepto el chapitel de la media naranja del Camarin, que està de azulejos, y su Cruz dorada por remate16 .

17 La mención que se hace de los colores de las tejas que cubren la cúpula – verdes y blancas – coinciden con los usados en la bandera de Andalucía. Finalmente la cúpula se ve rematada con un chapitel del mismo estilo y a la moda de los usados en las torres, solución uniforme en todos sentidos. A continuación de esto, el texto hace referencia a la bóveda en su interior y a lo que llaman cuerpo de luces, es decir, los vanos (lucernas y linternilla) del mismo cuerpo, empezando por describir las medidas del tambor de la cúpula ochavada y la presencia de ocho apóstoles y diez y seis patriarcas:

18Cuerpo de luces, y media naranja por dentro.
Desde la clave de los torales, hasta la cornisa del arranque de la media naranja ay cinco varas de alto con dos y media de banquillo, donde empiezan las ventanas del cuerpo de luces, que son ocho, su alto tres varas y quarta y dos de ancho, con sus vidrieras, y rejillas, y en medio de cada una ay un nicho con su repisa, en los quales están puestos ocho apóstoles de Escultura bien acabados, y en los intermedios estàn diez y seis pilastras con sus capiteles, los quales se hallan tallados de yeso, dorados, y pintados, y entre cada uno de ellos un Patriarca, que son otros diez y seis, y en la parte superior està un boquete, en que se forma la linterna, que tiene quatro varas y media de circunferencia, y su alto cinco y media, hasta donde se forma la armadura, y haze una media naranja atomatada con su floron en medio correspondiente à el sitio, dorado, y pintado como todo lo demàs, tiene ocho ventanas para luz con sus vidrieras, y rejillas de alambre17 .

19 Esta minuciosa descripción da paso a la no menos precisa y detallada descripción del adorno y pintura que engalanó en el momento de su dedicación, la hoy Basílica de San Juan de Dios en Granada. En el párrafo siguiente se aprecia la descripción de un programa iconográfico basado en la Orden Hospitalaria, ya que hay escenas de la vida del santo, láminas historiadas y la presencia de los cuatro evangelistas en las pechinas de la cúpula como era costumbre disponer en este elemento arq