FUERO, Juan Nepomuceno
- Cargo o principal ocupación:
- Provisor y vicario general (1796), canónigo del cabildo eclesiástico de Chiapas
- Nació:
- Hacia 1765 en Cañizares, diócesis de Cuenca, España
- Murió:
- Posiblemente en España después de 1818
- Padres:
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1Don Vicente Fuero y doña Manuela Gómez
- Resumen:
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1Sigue siendo difícil reconstituir datos y hechos sobre la historia colonial chiapaneca, a pesar de los esfuerzos compilatorios de Jan de Vos y Mario Ruz. Los canónigos son actores sociales siempre poderosos por sus recursos elevados y por su poder de representación y, cuando se trata de españoles, por sus vínculos con la Corona y la madre patria. Cuando se presenta el caso, bastante excepcional, de la llegada a América – y en particular en Chiapas – de dos hermanos formados en las mejores universidades españolas, el poder de estos actores se vuelve aún más grande y, por consecuencia el interés por conocer la historia colonial chiapaneca.
El caso que estudiamos ahora es el del canónigo Juan Nepomuceno Fuero. Sólo una referencia, una consulta del Consejo de Indias, nos permite acercarnos a su fecha de nacimiento pues allí aparece que tenía 34 años en 1799. Su “relación de meritos y servicios” precisa que estudió latinidad, retórica y poesía en el colegio de las escuelas pías de la villa de Almodóvar del Pinar (Provincia de Cuenca en Castilla). Después siguió sus estudios en la Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares durante un año, donde recibió clases de griego. Cursó filosofía en el seminario tridentino de San Julián de Cuenca. En la universidad de Zaragoza estudió el primero y segundo años de leyes antes de volver a Alcalá para graduarse de bachiller en leyes en 1770, y después el mismo título en cánones. Durante sus estudios en Alcalá se incorporó en la academia de jurisprudencia fundada en ella. Se graduó de doctor en cánones el 16 de noviembre de 1788. Tenía entonces toda la formación académica necesaria para hacer una carrera en el alto clero peninsular sin, embargo… En 1789 pasó a América junto con su hermano, Fermín José , nombrado entonces obispo de Chiapas.2Una vez llegado en la lejana y alta villa de Ciudad Real, su hermano lo nombró provisor y vicario general; cargo que asumió hasta 1799. Fue también juez de capellanías y obras pías y del subsidio del Obispado. Al salir Fermín José para consagrarse Obispo de Chiapas, en julio de 1796, a la Ciudad de Guatemala se quedó al mando de la diócesis junto con el deán don Francisco Vicente de Carro. Poco tiempo después, el 15 de septiembre de 1798, accedió a una canonjía en Chiapas: tenía apenas entonces 33 años de edad, realizaba una carrera eclesiástica meteórica! Este nombramiento refleja el poder que puede adquirir una fratría que asume la decisión del exilio a las tierras americanas. Ambos hermanos supieron apoyarse cada vez que era posible, siempre con la idea de mejorar sus respectivas posiciones sociales. Su “relación de meritos y servicios” vincula su nombramiento con su actuación durante el año de 1797 cuando hubo una sublevación de los indios lacandones donde “paso a ellos a sosegar y atraer los indios” pero, en realidad, el apoyo de su hermano, Obispo de Chiapas, fue sin duda determinante.
3En 1800, curiosamente, un pleito criminal conservado en el Archivo General de Centroamérica nos informa de su presencia en Guatemala. Un arriero natural de Ciudad Real de Chiapas, nombrado Reyes que era casado y mulato de 19 años, abrió un pleito contra Carlos Quiñónez quien era acusado de haber robado cuatro mulas. Reyes dice que, en 1800, trajo a don Juan Nepomuceno Fuero, arcediano de Ciudad Real, a Nueva Guatemala. Poco tiempo después, y en otras circunstancias, nuestro entonces arcediano informa desde la Ciudad de Guatemala que es falsa la acusación que le hizo el cabildo eclesiástico de que había abandonado su puesto. Es posible que el viaje a Guatemala haya estado motivado por la voluntad de seguir de cerca un pleito provocado por los expolios de su hermano, ya difunto. Pero, a falta de investigación complementaria sobre el asunto es difícil ser categórico.
4Aparentemente no volvió a Chiapas entre 1800 y 1814 – aunque pudo haber hecho unos viajes de regreso, pero no lo aseguramos por las limitaciones que tenemos por las pocas fuentes consultadas – porque el seis de enero de 1811 la “Gazeta de Guatemala” publica el mensaje siguiente: “El Sr arcediano de la catedral de Chiapa, Dr…a pesar, de sus cortas rentas y escasas facultades, ofreció de donativo en el año anterior lo que correspondiese al pago de seis soldados en España y lo ha cumplido puntualmente. En este año y para el nuevo donativo, además de su parte en la décima de la cuarta capitular ofrecida por su cabildo ha entregado 100 pesos a cuenta de su primera promesa habiendo acreditado el mayor fervor y entusiasmo patriótico de palabra y por escrito en todos los actos propios de su estadio y dignidad”. Su relación de meritos y servicios menciona diversas pruebas de su fidelidad a la Corona española durante el periodo 1810-1815. Por ejemplo, durante el año de 1809, hizo un donativo para mantener a su costa seis soldados en la Península. En 1811 animó la junta pía religiosa encargada de recaudar fondos para financiar la guerra. Más tarde gastó 150 pesos para socorrer 15 soldados que se presentaron desnudos, para que pasasen a reunirse con las tropas del señor Dambrine en marzo de 1813. Su actitud le valió el rechazo de Francisco Velasco y otros miembros del ayuntamiento, pero las gestiones ante la Corona para pedir al arcediano de la catedral de volver a ocupar su puesto, al parecer, no resultaron muy eficaces. No sabemos lo que hizo entre 1800 y 1810.
5El 20 de marzo de 1814 fue electo diputado a las cortes ordinarias por Ciudad Real de Chiapas: ofreció al ayuntamiento de la ciudad de Guatemala cooperar en todo aquello que fuera en beneficio público. En el sorteo que el noble ayuntamiento de Ciudad Real para la elección de diputado de la Suprema Junta Central, no obstante de prevenir la Real orden que hubiese de ser en los nativos de América, los mismos americanos emitieron dos votos a su favor. Emprendió entonces el viaje a España, pero al llegar a Campeche se enteró de que Fernando había anulado las Cortes. En febrero de 1815 estaba en España haciendo todo lo posible para ser provisto a la dignidad de arcediano de Moya en la Santa Iglesia catedral de Cuenca, cargo que obtuvo, puesto que en septiembre de 1816 estaba radicado en su provincia natal y en vida hasta por lo menos 1818.
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